martes, 5 de febrero de 2008

POR UN LUGAR EN LA HISTORIA



Floyd Mayweather Jr. sigue invicto y dominante. Si no conocieras bien el boxeo, sería razonable asumir que el mejor modo que tiene Floyd Mayweather para probarse a sí mismo como un campeón welter superior ante Oscar de la Hoya es seguir ganándole a De la Hoya en el mano a mano. El "Niño Bonito" lo hizo una vez, en mayo del 2007, y espera hacerlo por segunda vez en septiembre.
Desafortunadamente, Mayweather podría derrotar a Oscar todos los sábados por la noche a partir de hoy hasta que la discográfica de Floyd, Philthy Rich Records, lance un disco al mercado, y eso no lo hará un mejor monarca de las 147 libras que lo que fue De la Hoya. De hecho, cuanto más golpes le conecte Mayweather a De la Hoya, más lejos estará de superarlo.
El escenario ideal para un peleador con hambre de grandeza es llegar a la escena en un momento en el cual la competencia es igual de espectacular. Como campeón welter, Mayweather tuvo la suerte de disponer de la mejor competencia posible. Diez años atrás, lo mismo se podía decir de De la Hoya. Junto a Sugar Ray Leonard, ellos representan a las figuras más dominantes y más taquilleras de las tres "eras doradas" de los welters en los últimos 35 años.
A principios de la década del '80, Leonard reinó sobre una división welter que incluía a Tommy Hearns, Roberto Duran, Wilfred Benitez, Pipino Cuevas y Carlos Palomino. En ese peso, estableció su grandeza al combatir a los mejores y más merecedores retadores de su época: Duran (dos veces), Hearns y Benitez.
A fines de la década de los '90s, De la Hoya era la figura central en una división que incluía a Félix Trinidad, Pernell Whitaker, Ike Quartey, José Luis López, Shane Mosley y Oba Carr. Se enfrentó a todos menos a López.
Una década más tarde, Mayweather es el campeón linear de peso welter, y sus potenciales retadores incluyen a Miguel Cotto, Paul Williams, Mosley, Antonio Margarito, Kermit Cintron, Zab Judah, Luis Collazo y Joshua Clottey. Hasta ahora, Floyd ha combatido con solamente uno: Judah, a quien le ganó por decisión en su combate previo al choque en el que se adjudicó el verdadero título de las 147 libras. En su primer año como campeón, Mayweather se enfrentó a los medianos junior De la Hoya y Ricky Hatton (si estás haciendo tu propia estadística, hizo cero defensas ante retadores de peso welter).
Más tarde ese mismo año, en lo que probablemente fue su única aparición en el 2008, se encontrará nuevamente a De la Hoya en un combate en el que el título no estaba en juego. Esa revancha está dirigida solamente hacia el gran público, porque para el auténtico fanático del pugilismo es un cachetazo en la cara (usando un rollo de billetes en lugar de la palma de la mano).
Muchos de esos fanáticos han expresado su desazón al ver cómo Mayweather se lanza hacia la zanahoria de dinero fácil que representa De la Hoya antes de entregarles algo a los que apoyan el deporte 365 días al año, no solamente en los días en los que Floyd y Oscar están "salvándolo".
Entonces, aquí hago un último intento de razonar con Mayweather: en lugar de una zanahoria colgando, estoy seduciéndolo con 24 quilates, con la forma de esta "edad dorada". Floyd, echa un vistazo a lo que hicieron Leonard y De la Hoya.
Si quiere ocupar un lugar en la historia con la mitad de la gloria de campeón welter obtenida por estos dos campeones, tienes que seguir sus pasos.
"Lo que tanto me gusta de [Muhammad] Ali y Leonard es que uno levantaba una revista y miraba cómo esos tipos estaban listados entre los primeros 10 y decía '¡guau! espero verlos pelear con tal o cual boxeador', y ellos siempre peleaban con esos tipos", dice Jeff Ryan, columnista de larga data para la revista The Ring.
"Para mí, todo se reduce ahora a lo que hagan Mayweather y Cotto. Tienen que pelear. Pero me pongo muy nervioso con éste tipo de choques cuando comienzo a escuchar que un tipo habla sobre su retiro, o que se está aburriendo o que está buscando otras cosas que hacer. Cuando lo veo en el programa 'Bailando con las Estrellas', es como ver a Roy Jones jugando al básquet, uno puede darse cuenta de que se está aburriendo, y se comienza a ver en sus peleas. Esto me suena a un tipo que está aburrido. Y Oscar no va a quitarle el aburrimiento, si es que sale y le gana otra vez por decisión. Pienso que tiene que pelear con Cotto. Y el momento para hacerlo es este año, el 2008".
Max Kellerman, analista de HBO que estará en el ringside en Temecula, California, este sábado para una cartelera doble liderada por Williams, tiene una visión diferente sobre la responsabilidad que tiene Mayweather para con el deporte hoy mismo.
"Debido a que Floyd es tan bueno y que se ha probado a sí mismo, ¿es acaso su responsabilidad pelear con todo el mundo? Uno puede decir que no es necesariamente así", dijo Kellerman. "Uno puede discutir si su enfoque es dejar que alguien emerja como un boxeador taquillero y entonces enfrentar a ese tipo, entonces es una buena estrategia. Toda la división está peleando entre sí, y luego los boxeadores más valiosos dan un paso adelante, y Floyd tiene que pelear con ellos".
"Pienso que si Cotto derrota a Margarito, o lo opuesto, y Floyd no se enfrenta al ganador, entonces eso sería un verdadero problema, ¿o no? Pero eso todavía no ha sucedido. Entonces, para aquellos que se quejan de que Floyd está evitando a ciertos tipos, hey, alguien tiene que emerger para crear una auténtica demanda para esa pelea".
Cotto y Margarito comparten una cartelera en HBO el 12 de abril, enfrentando a Alfonso Gómez y Cintrón, respectivamente, y el plan tentativo es que los ganadores se enfrenten entre sí en el verano (probablemente en el Yankee Stadium). Entonces, para el momento en que Mayweather termine de contar sus millones de la revancha que ningún fanático del boxeo quiere que suceda, probablemente llegará la "auténtica demanda" a la que se refiere Kellerman. Y si Mayweather elige no hacerlo en ese momento& bueno, Kellerman ofreció un escenario alternativo que todavía puede darles a los fanáticos del boxeo algo que se parezca remotamente a lo que ellos buscan.
Kellerman hace notar que a principios de los ´90s, Mike Tyson fue el hombre que más dinero producía en el peso pesado. Pero también era el violador más notorio de la división, y eso le impidió enfrentarse a todos los mejores boxeadores de su época. Entonces, en su ausencia, Evander Holyfield dio un paso adelante y se transformó en la fuerza unificadora de la división, batallando tres veces contra Riddick Bowe, Lennox Lewis dos veces, Michael Moorer dos veces, George Foreman, Larry Holmes, Ray Mercer y, claro, Tyson dos veces. Casi todas esas peleas fueron excitantes, y aquellas que no lo fueron aún así fueron históricas y memorables.
¿Sería acaso lo peor para los fanáticos del boxeo que Cotto (un personaje habituado a las peleas que los fanáticos disfrutan) se transforme en este extraordinariamente completo Holyfield de la división?
Ciertamente no.
Puede ser, sin embargo, lo peor que le pueda pasar al legado de Mayweather.
Tiene a peleadores ahí que pueden hacer el papel de Durán, Hearns y Benitez ante su papel de Leonard. La pregunta es si quiere o no ser igual que Leonard.
Tiene a peleadores que pueden hacer el papel de Trinidad, Whitaker y Quartey ante su papel de De la Hoya. La pregunta es si quiere o no ser igual que De la Hoya.
Quizás Mayweather está satisfecho siendo el lado B del éxito de De la Hoya en Pay-per-View. Pero si de hecho quiere ser el Golden Boy de esta nueva era dorada del peso welter, está tristemente errado si piensa que derrotando al hombre se transforma él en el mejor hombre de los dos.
Eric Raskin es colaborador y ex editor general de la revista The Ring

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