viernes, 4 de abril de 2008

Benn-McClellan fue un duelo de consecuencias, por Chon Romero


NIGEL BENN Y GERALD McCLELLAN, SE RETARON PARA DESTRUCCIÓN FÍSICA TOTAL, TRATANDO DE IMPONER SU DEVASTADOR PUNCH, DISPUTANDO EL MONARCADO SUPERMEDIANO DEL CMB
No hubo estudio, ni aplicación de técnica. Los dos, confiados en el poder de sus golpes, se retaron para estrellarlos y asimilarlos, sin limitaciones, con el asombro de los aficionados el 25 de mayo de 1995 en Londres. Fue inquina comparada con las protagonizadas por Ultiminio Ramos contra Davey Moore, Emilie Griffith contra Benny "Kid" Paret, Ray Manzini-vs- Duk-Koo Kim, Retos de recios fajadotes que dependieron profesionalmente de su carácter, poder asimilativo de golpes y "punch", más que habilidad y técnica



Nigel Benn llegó a este mundo el 22 de enero de 1964 en London, Inglaterra. De aficionado ganó 41 combates y perdió 1. En 1986 capturó el título mediano aficionado de Gran Bretaña. Se hizo profesional el 28 de enero de 1987 despachando en dos capítulos a Graeme Ahmed.

El 20 de abril de 1988 terminó con Abdul Umaru Sanda, para apropiarse del cetro de los pesos medianos de la República de Gran Bretaña. Perdió esta representación en la cuarta exposición contra su compatricio Michael Watson el 21 de mayo de 1989. Ese mismo año, aceptó contrato de cuatro de combates en Estados Unidos con el promotor Bob Arum, ganándolos todos.

Puso fuera de combate a los dos últimos oponentes. Noqueó a Doug De Witt en 8 asaltos, para conquistar el cetro de los pesos medianos de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) el 29 de abril de 1990 en Atlantic City. Lo defendió por vez primera contra Iran Barkley a quien eliminó en el primer asalto por la vía del nocáut.

La corona de los pesos mediano la perdió contra su compatriota Chris Eubank, por la vía del nocáut en nueve episodios el 18 de noviembre de 1990 en Birmingham, Gran Bretaña.
El 3 de octubre de 1992 disputó el monarcado de los supermedianos versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB) contra Mauro Galvano, a quien superó en doce tórridos asaltos, para adueñarse del monarcado, el que expuso en seis oportunidades, para comenzar hacerse gestiones, para enfrentarlo al ex campeón mediano Gerald McClellan, que abandonó el título mediano por no poder cumplir con el peso reglamentario de 160 libras.
Gerald McClellan nació el 23 de octubre de 1967 en Freeport, Illinois. De aficionado poco se sabe. En 1987 fue campeón nacional aficionado de los pesos medianos júnior de Estados Unidos. En 1988 quedó segundo en el torneo anual de los Guantes de Oro nacional, superando a Roy Jones Júnior.

Ingresó al boxeo profesional el 12 de agosto de 1988 noqueando en el primer asalto a Roy Huntley. En 1989 perdió seguido sus dos únicos combates, contra Dennis Milton y Ralph Ward. El 20 de noviembre de 1991 conquistó el título mundial de los pesos medianos del Consejo Mundial de Boxeo, noqueando en Londres en el primer episodio a John Mugabi, para adueñarse del cetro de los pesos medianos de la Organización Mundial de Boxeo(OMB) , el que defendió con éxito cuatro veces, todas por la vía del nocáut.

Julian Jackson, fue su último oponente de los pesos mediano a quien terminó en el primer asalto para abandonar el cetro y retar al campeón del mismo organismo de la categoría superior.
La empresa promotora Don King Productions, Inc., en asociación con empresa boxítica promotora de Londres, pactaron el combate para el 25 de mayo de 1995 en la Arena de Londres
El retador Gerald McClellan, ex campeón mediano del mundo, que había ganado sus últimas catorce presentaciones por la vía del nocáut, creó el terror con sus devastador punch. Así, eliminó dos veces al ex campeón mediano júnior y mediano, Julian Jackson, Tyrone Moore, Jay Bell y Gilbert Baptist.
Nigel Benn, amante a los buenos trajes y demás prendas de vestir, siempre dijo: «Soy peleador, no boxeador». Y por su estilo acosador y su respetable poder en sus golpes, el promotor Bob Arum, lo describió con estas expresiones: «El Destructor Oscuro y el Hagler inglés». Benn, ganó sus primeras 23 peleas profesionales por la vía del nocáut y en esos días, verdadero ídolo del boxeo británico.
El retador Gerald McClellan, llegó a la temible cita con 27 años de edad, 6' 1", seis pie y una pulgada de estatura y 165 libras. Primer clasificado en las listas oficiales del CMB, con pantaloncillo verde con ribetes y tiras blancas y registro de 31 victorias 2 reveses con 29 nocáut.

El campeón del mundo de los pesos súper medianos, del Consejo mundial de Boxeo ( CMB) Nigel Benn, tenía 31 años de edad y mide 5' 10 ½ ", cinco pie con diez y media pulgadas, con peso de 168 libras, calzón negro y palmarés de 39 triunfos, 2 derrotas 1 empate con 32 nocáut. Ambos presentados por el anunciador oficial Jimmy Lennon Júnior.

El árbitro designado para ser responsable del combate fue Alfredo Azaro que sin dar muchas explicaciones y más bien señas, por no dominar el idioma inglés, rápidamente envío a los protagonistas a su respectivo cantón.
Bajo la celebración especial, que saben darle los ingleses a los espectáculos de boxeo, se esperó el primer llamado de la campana al centro del cuadrilátero y fue el indomable púgil inglés Nigel Benn, que dio marcha al combate, lanzando larga izquierda que no llegó a su destino, para responder Gerald McClellan, con dos sólidos golpes a la cabeza, que envió al inglés a las cuerdas, donde recibió recia combinación del estadounidense, que lo derribó y lo lanzó fuera de las cuerdas.

El árbitro contó hasta nueve, debido a que tuvo que incorporarse y entrar al cuadrilátero. Lo que significó que Nigel Benn, estuvo en la lona a los 36 segundos de haberse iniciado el combate.

Al reanudarse el pleito pugilístico, McClellan, se le fue encima sin precauciones, para sembrar docenas de golpes en la contextura de su rival, que bailaba de lado a lado el borrachito, porque las piernas no lo sostenían y el árbitro no sabía que hacer, ni dejaba combatir a McClellan, ni aplicaba los reglamentos necesarios a parte de que no sabía expresarse en inglés.

El estadounidense estrelló tantos golpes, que parece se cansó y en la postrimerías del capítulo Nigel Benn, en pésimo estado físico, respondió con bravo izquierdazo, para recibir respuestas duras al cuerpo. Al terminar el asalto, Been se dirigió a la esquina caminando como robot. Episodio adjudicado a McClellan 10-8, por la caída propinada a su rival.
El inglés Nigel Benn, respondió la obligación para el segundo asalto como hombre nuevo y belicoso, con sólidos derechazos y Gerald McClellan, lanzando jab con movimientos laterales y danzando alrededor.

El estadounidense, trataba de imponer sus ventajas naturales de estatura y extensión, lo que negaba Benn, penetrando a su guardia con furias de golpes, que respondía su rival aspirante a la corona de los súper medianos, con lances de potencia como si se tratara de duelo marcial.

El defensor Nigel Benn, estrelló nítida derecha que sacudió a McClellan, para repetirle el golpe de volado y las respuestas del retador se perdían en el vacío. Nigel Benn de defensa pobre, hacía lucir pésimo al retador pasándoles mucho lances a final del asalto, que finalizó estrellando el inglés larga pero efectivo izquierdazo. Capítulo que dominó claramente Nigel Benn.
En ambas esquinas había preocupación. Conocían anticipadamente que la confrontación terminaría por nocáut a favor de cualquiera y en vez de dar instrucciones técnicas, preparaban físicamente a sus protegidos para tres minutos más de acciones.
El tercer llamado lo obedeció el monarca Nigel Benn, percutiendo recios golpes al rostro del retador McClallan, que contestaba con jab, para recibir volados de derecha a la cabeza preocupante por potentes.

En el desarrollo de la rivalidad cuerpo a cuerpo, el estadounidense, abanicaba regularmente, hasta estrellar derecha seca al rostro del campeón, seguidos de dos golpes al cuerpo.

Benn lucía cansado y McClellan, lanzando constantes jab para producirse contragolpes donde ambos se clavaron potentes derechazos al mentón e insistió el retador con descomunal golpe de derecha que volvió a lastimar a Nigel Benn, que sacando vitalidad, minó el cuerpo de McClellan con sólidas descargas, que levantó de sus asientos a los aficionados ingleses que habían predestinado el nocáut en los primeros asaltos, para sorprenderlos la campana en acciones de igual a igual. Capítulo que también califique a favor del campeón Benn.
Antes de iniciarse el cuarto episodio, los ingleses entonaron su canto de lucha deportiva «Danny Boy» y la arena se tornó en fiesta, estaban seguros que la conclusión del combate estaba por llegar a favor del suyo, como se desarrollaba la refriega.

Gerald McClellan, salió de su esquina jabeando y Nigel Benn encima conectando sólidos bombazos, para enfrascarse en tenaz contragolpe, para salirse el inglés con terrible derechazo y con coraje buscaba el combate palmo a palmo con el estadounidense, que estrelló preocupante gancho al mentón de su rival, para repostar Benn con explosivo izquierdazo al rostro de McClellan, seguido por fulminante derechazo, que apreciaban hasta los promotores de pie.

En la arena las emociones enardecidas y el joven londinense, certificaba las emociones con doble golpe, para sorprenderlo el fin del asalto, tratando de estacionar a su contrario en una esquina. Episodio que también otorgué al londinense Nigel Benn.
El quinto acto de doce pactados en combates campeoniles, lo iniciaron ambos fallando derechazos mal intencionados, para después aplicar McClellan el jab danzando alrededor de Benn, que logró burlar la guardia del retador una vez más para anclar golpe de derecha que estremeció la arena, y desató otro cambio de golpes parejo para separarse, fallando Benn, derechazo volado que buenos resultado le había dado en el estilo del estadounidense y cerrar el capítulo McClellan, con repetidos jab y gancho a las zonas medias. Asalto que califiqué de empate.
En los cantones de ambos seguían el combate como se desarrollaba y no les impartían consejos técnicos, solamente en la esquina del estadounidense se escuchaba que continuara lanzando jab. Contrariamente, en la de Benn, lo animaban para exhibir más coraje y terminar con el combate.
El arranque para el sexto acto McClellan falló golpe corto de izquierda, para después insistir ambos con ganchos de izquierdas y darle continuidad el estadounidense con clara combinación, mostrándose en este capítulo impetuoso, con duras descargas a las zonas medias y Benn, lo volvió a estacionar en esquina neutral, para descargarle pólvora en las zona hepática y subir con devastador gancho de derecha que le sacó el protector bucal a McClellan, terminado el capítulo. Otro episodio favorable al campeón Nigel Benn.
El llamado para el inicio del séptimo episodio, Benn impetuosos penetró una vez más a la guardia de su retador y examinó con poderosos impactos el depósito de las hamburguesas, para surgir otro intercambio de golpe estremecedor, donde algunas veces McClellan golpeó ilegalmente en la nuca al campeón súper mediano del Consejo Mundial de Boxeo, pero el árbitro sin mucha autoridad, no aplicaba los reglamento o no lo sabía. Gerald McClellan, tomó ritmo con su constante jab, para superar el asalto.
El octavo episodio lo respondió Nigel Benn, sin limitaciones y lanzó golpes con la esperanza de concluir el difícil drama de la séptima exposición de la corona de las 168 libras y el retador aprovechó para sembrarle extensa punición en las cuerdas donde se refugiaba el inglés, descuidando ambos los golpes al cuerpo por tratar de resumir con impacto a la mandíbula.

Benn volvió a lanzar dos izquierdazos de su especialidad, que no llegaron a su destino, para recibir recto de derecha de McClellan que lo tambaleó, para volver a contestar y fallar y al recibir otro golpe cayó para la cuenta de ocho segundos. Al reanudar el árbitro las hostilidades, el estadounidense golpeó a su antojo al campeón, para terminar el asalto lanzando durísimos golpes sobre Benn que estaba lastimado. Asalto calificado 10-8 a favor de Gerald McClellan, que emparejaban el combate.
El noveno asalto los ingleses los apreciaron de pie, pero sin el canto y con gestos de preocupación. El estado físico de Benn era agotador, el retador McClellan conociendo la situación presionó con duros golpes de derecha y Benn retrocediendo sin el obedecimiento de sus piernas, logró estrellar sólido golpe de izquierda al retador, y al repetirlo se perdió en el vacío y también perdió el balance y en la caída la cabeza golpeó el ojo izquierdo de Gerald McClellan, que permaneció adolorido en una esquina neutral y el árbitro sin saber que decisión tomar.

Al reiniciarse la reyerta, el retador volvió a ser el agresor y solamente Benn respondía por el corazón que lo distinguió en esta disciplina, no tenía soporte de las piernas y terminando el asalto McClellan estrelló significativo derechazo que acusó el campeón con gesto de dolor. Asalto que favoreció al retador Gerald McClallan.
Los aficionados en la Arena de Londres, tenían la mirada fija en el tinglado, esperaban por múltiples razones la definición del combate y en especial contra su ídolo Nigel Benn, que había terminado los dos asaltos anteriores en estado físico precario.

Al iniciarse el décimo acto, el inglés Nigel Benn, comprendiendo que su campeonato de los súper mediano se desvanecía, incontrolable buscó a su oponente Gerald McClellan y conectó fuertes volados de derecha, para contestar el retador con jab, seguido de combinación de golpes esperanzados, para recibir leve derecha corta de Benn, que lo hincó en la lona, para recibir el conteo de 8 segundos.

Al anudarse el combate con dos golpes cortos y leves, volvió a quedar ahincado en la lona para recibir el conteo de diez, para declarar el árbitro Alfred Azaro el nocáut, que desató una fiesta incontrolable del campeón Nigel Benn, que retenía la corona y el público que cantaba y gritaba como si se tratara de carnaval.
Mientras todo esto pasaba en una esquina, en la otra, Gerald McClellan, se desplomó y los doctores lo atendían, sin mejora alguna. Todos se preguntaban que le había pasado al estadounidense, que dominaba el combate y de momento todo cambió, sin recibir en esos instantes golpes fuertes de parte de Benn.

Se le llevó al hospital donde se le hizo algunas intervenciones quirúrgicas cerebrales, para extraerle coágulo de sangre y permaneció más de un mes en hospital de Londres y después fue trasladado a Estados Unidos, paralizado de algunas partes del cuerpo y sin poder caminar. En el presente su estado físico ha mejorado poco y las esperanzas de volver a caminar son remotas.

AL BORDE- Fue combate que desbordó la entrega de dos pugilistas, que basados en su poder físico, también obsequiaron, competencia de igual a igual con definición dramática. El estadounidense Gerald McClellan, que ganaba el combate, inexplicablemente, en el décimo episodio no pudo continuar, fue declarado fuera de combate y desde entonces sufre consecuencias permanentes muy lamentables.

Nigel Benn, después de este accidentado combate, celebró cinco más de campeonato mundial. Ganó dos de cinco, para perder las últimas tres en forma consecutiva y es evidente, que el masivo castigo que ambos se propinaron, determinó el trayecto profesional de los dos.

Aproximadamente, el costo de cuidado médico de McClellan por año es de $70.000 mil dólares. Si desea ofrecer ayuda a la causa puede dirigirla a esta dirección : Gerald McClellan Trust c/o Fifth Third Bank. PO Box 120 Freeport, IL 61032.

También, puede comunicarse con Lisa McClellan, hermana de Gerald a su correo electrónico: lmcclellan 33 @aol.com

El fotógrafo Teddy Blackburn, que recibi ó el premio "Good Guy" de la Asociación de Escritores de Boxeo de América, dice que fue muy deplorable ver recientemente a Gerald McClellan, está ciego, cerca de ser sordomudo y además no puede caminar.

Roy Jones, hizo una fundación para Gerald McClellan y Nigel Benn colectó en Londres $75.000 dólares, para los gastos médicos en gesto plausible que ha sido imitado por otros boxeadores.

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