martes, 27 de mayo de 2008

26 PREGUNTAS A CARLOS QUINTANA



Por las pasadas semanas, Carlos “El Indio” Quintana ha estado dedicado en cuerpo y alma a los entrenamientos camino a su primera defensa del cetro wélter (147 libras) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
La secuela ante el espigado estadounidense Paul Williams será el sábado 7 de junio en el hotel Mohegan Sun de Connecticut y se transmitirá por Showtime.
Previo al importante choque, PRIMERA HORA quiso conocer un poco más sobre la vida de Quintana, no en el plano de campeón del mundo, sino en el plano personal. Por ello, le formulamos 26 preguntas -una por cada uno de los combates que ha realizado a nivel profesional.

¿Fuiste un bebé lindo o feo?
(Ríe) “Lindo. Me parecía a mi niña pequeña”.
¿Peleabas en la escuela?
“SÍ peleaba. No sé cuántos combates tuve a nivel escolar, pero sí puedo decir que tuve como 500 peleas con “Juanguilla”, un compañero con quien peleaba todos los días hasta sexto grado”.
¿Te quedaste con las ganas de darle su merecido a alguien en la escuela?
“Fíjate que no, se los di a todos”.
¿A qué edad tuviste tu primera novia?
“A los 11 años, en sexto grado”.
¿Y el primer beso?
“A los 12 años en séptimo, con otra novia, pues a la primera no la llegué a besar”.
¿Alguna vez sacaste “F” en una clase o en un examen?
“En la intermedia uno se pone medio chango y en estudios sociales tuve unas cuantas F's”.
¿Quién fue tu mejor maestro en la escuela?
“Hubo unos cuantos. Estaba un maestro de apellido Velázquez que me dio ciencias a nivel superior. Tremendo maestro”.
¿Y quién era ese maestro que odiabas?
“No odiaba a muchos, todos eran chéveres. Pero con el menos que me llevaba era una maestra que me dio inglés en elemental. No me atrevo a decir el nombre, pero ella sabe quién es”.
Ahora que eres popular entre la gente de Moca, ¿también fuiste popular en la escuela?
“En la escuela ya me decían el nombre “El Indio” y era algo travieso, pero nunca fui malo ni estuve en gangas, pero peleaba mucho cuando jugaba baloncesto. Fui un buen estudiante y buen compañero, pero sí me gustaba ser algo curioso, algo diferente”.
¿Cuál fue tu peor travesura de niño?
“Tantas cosas. Pero, una fue que cuando tenía seis años, me fui con mi hermana que tenía nueve años y fuimos para la casa de un vecino que era bastante lejos y nos quedamos todo el día por allá. Nos estaban buscando y parecía que estábamos desaparecidos. Ésa es una. También, mi papá tenía un Jeep y a mí me gustaba estar montado en él. Un día, me monté, lo puse en neutro y se fue hacia al frente. Gracias a Dios que había un árbol y detuvo el Jeep. Otra fue que le tiré unas tijeras a uno de mis hermanos, quien tenía en sus manos a mi hermana de tres años y le dije que me la diera que la quería cargar. Pero, él me dijo que no y pensó que no le iba a tirar con las tijeras, y le tiré con ellas y le dieron en la espalda. Le tuvieron que coger cinco puntos de sutura”.
Cuando niño, ¿quién te daba fuete, tu papá (Arturo Quintana) o tu mamá (Adelina Velázquez)?
“Mi papá. Mami no. Tengo ocho hermanos y todos dicen que soy el favorito de mi mamá, pero la verdad es que ella es una alcahueta con todo el mundo”.
Cuando chamaco, ¿quién era tu compinche en el barrio?
“Era un grupo como de seis. Yo era el menor de todos y abusaban de mí, pero ahora a todos les rompo la cara. Estaba Edwin, le decían ‘Vaca’, a Iván le decían ‘Chopa’. A otro, Iván, le decíamos el ‘Chivito’; a Randy, que en paz descanse, ése era el ‘Potro’ y ‘Cafetera’ que era Danny. Éramos como hermanos”.
¿En qué trabajaste por primera vez?
“Recoger café con mi padres. Me acuerdo que los primeros cinco dólares que me gané fue a los seis años y fue cargando como 60 libras de plátanos con mi tío. Tenía que arrastrarlos”.
¿Cuál fue el primer lujo que te diste cuando comenzaste a ganar dinero?
“Lujos como tal, ninguno. Ahora es que voy a comprar un carrito lindo para mí”.
¿Qué edad tenías cuando tuviste tu primer carro?
“Como a los 17 años, una Honda Civic”.
¿A qué edad empezaste a correr bicicleta?
“Como a los ocho años yo estaba peleando para que me la compraran”.
¿Te pelaste alguna vez?
“Soy campeón mundial porque Dios así lo quiere. Estoy vivo por obra de Dios, pero de muy pequeño corría bicicleta por todos lados y no me di una, me di mil peladas (golpes)”.
¿Qué otros deportes practicaste cuando niño?
“El más que practiqué fue baloncesto. Jugué un poco de voleibol y de pelota, pero por encima. Pero, el más que jugué fue baloncesto”.
¿Eras bueno?
“Si me hubiese dedicado, quién sabe si salía otro Carlos Arroyo o José Juan Barea”.
¿Qué recuerdas de tu primera pelea de boxeo?
“Me acuerdo que debuté en Rincón, apenas llevaba una semana entrenando. Apenas sabía tirar el uno y dos. Pero, mi entrenador me echó así y por suerte noqueé a un muchacho de Aguadilla en el tercer asalto”.
¿Cuál ha sido el rival que más duro te ha dado?
“En cuestión de pegada, Joel Julio me dio durísimo. Casi me arrancó el cuello en el quinto asalto”.
¿Y el que más flojo te salió?
“Unos cuantos, pero diría que mi rival de la primera pelea profesional al que noqueé en el primer round”.
¿Cuál de tus hijos es el más travieso?
“La bebé, Carla Alexandra. Hace poco se trepó en una mesa que se rompió y se cortó en la rodilla. Tiene siete puntos de sutura ahora mismo”.
¿Y cuál te acuerda más a ti cuando eras pequeño?
“Diría que el nene, Jean Carlos. Sueña como yo. No es tan inquieto, es más tranquilo, pero es competente. Se está disfrutando el momento”.
A quién tú quieres más, ¿a tu papá o a tu mamá?
“Los dos para mí son lo más grande”.
Cuando te salgan canas, ¿te vas a pintar el pelo?
“Ya tengo. Mis hijos me vacilan por mis canas. Es parte de la naturaleza. Tal vez si se me pone el pelo como José Bonilla (su entrenador) me pinte el pelo”.

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