viernes, 16 de mayo de 2008

.LA RUTINA DE UN SUEÑO


Todas las mañanas Juan Manuel “Juanma” López se levanta y sigue una estricta rutina que gira, más que todo, en torno a su familia.
Para López, quien se encamina hacia el compromiso más importante de su joven carrera al retar al campeón gallo (122 libras) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), Daniel Ponce de León, combinar su disciplina de entrenamiento con su vida familiar es determinante, pues genera el balance idóneo que lo ha llevado a convertirse en el máximo prospecto del boxeo boricua.
PRIMERA HORA se adentró en el hogar de López para dar una mirada íntima a quien podría convertirse en el nuevo campeón boricua. Allí se descubrió la sencillez de su vida familiar, el amor por su hijos y el apoyo de quien es su mayor arma y apoyo, su esposa Bárbara de Jesús.
“Mis días son tranquilos, quizás mucho más de lo que la gente piensa”, comparte López. “El boxeo es mi trabajo, es lo que hago para traer el pan a la casa y mi familia siempre me ha apoyado”.
López ha podido mantener un balance entre prepararse física y mentalmente para un pleito con los quehaceres diarios de su hogar, los cuales incluyen atender a sus cinco hijos, un escenario complicado si no tuviera a su esposa Bárbara consigo.
“Sin mi esposa Bárbara, no sería posible hacer todas las cosas. Ya tenemos una rutina en la cual ella se encarga de llevar los nenes a la escuela por las mañanas. Sí, a las 3:00 de la tarde antes de ir al gimnasio, los recojo en la escuela, eso nunca falla”, compartió.
Pero, ¿cómo es un día normal en la vida de Juanma López?
Estricta alimentación
Todo comienza temprano en la mañana, cuando Bárbara le prepara un desayuno completo que usualmente incluye un revoltillo de huevos con jamón, frutas y una limonada.
“Ya a las 10:00 de la mañana hay que hacer una merienda para mantener el metabolismo rápido para que se haga más rápido digerir la comida”, explicó López.
“A las 12:00 del mediodía Bárbara me prepara un buen almuerzo bajo en grasas y nada de arroz. Verduras, ensaladas, cosas así. Luego, a las 2:30, hago una merienda antes de recoger los nenes a la escuela. Al regresar del gimnasio, hacemos una cena a eso de las 7:00 de la noche y a las 9:00 una corta merienda, dependiendo de cómo me sienta, para a las 10:00 de la noche ir a la pista para correr”, agregó.
López no está exento de sufrir cambios en el estado de ánimo por sus estrictas dietas. Pero su esposa Bárbara ha aprendido a controlarlo. “Últimamente se controla. No se me pone con cosas”, aportó la joven madre. “Antes se ponía un poco de malhumor a medida que se acercaba la pelea, pero ya no tanto”.
Todo en familia
Para Juanma López, la presencia de su familia en medio de los entrenamientos representa la tranquilidad que necesita para mantenerse concentrado en sus labores. “A los nenes les encanta ir al gimnasio, no es que se lo impongo tampoco. No van a entrenar como tal, pero les gusta estar en el gimnasio. El nene chiquito, Juanma, es el único que entrena. Ya vive con el boxeo en la cabeza”.
Al regresar a la casa, el trabajo todavía no ha terminado, es cuando López se transforma en el padre que ayuda a los hijos con las asignaturas. “Regularmente a Bárbara le da el tiempo de preparar una comida caliente al regresar del gimnasio. Mientras tanto, me siento para ayudar en las asignaciones y los proyectos de la escuela para cenar, ya que después de eso me acuesto una hora, aunque no duermo, descanso como una hora antes de salir para la pista a las 10:00 de la noche. Las carreras son bien fuertes”.
Aunque las labores son intensas, el núcleo familiar es lo que mantiene a López con los pies firmes en la tierra. “No puedo negar que bregar con los nenes me da un poco más de tranquilidad. Me despeja un poco la mente, pero la pelea con Ponce de León siempre está en la mente. No dejo de pensar en ella. Todas las peleas son importantes pero para ésta nos hemos encargado de no fallar”.
Es Bárbara quien se encarga de ofrecerle el espacio de descanso que López necesita, particularmente cuando se trata de cinco que varían entre las edades de 11 y dos años.
“La ayuda que Bárbara me da es importante. Ella está pendiente a que la comida no falle, que los nenes estén bien. Pero que ellos estén presentes es importante, porque son como un calmante, hacen un balance”.
A veces, López aprovecha algún tiempo de descanso y visita a sus amigos del Franchelle Salón, en Caguas, para un corte de cabello. El pequeñín Juanma y Raymond, le acompañaron esta vez. “Hay que tratar de mantener la imagen. Una vez traté de dejarme el pelo como Tito Trinidad, pero hay que mantenerse dentro de las líneas”.
Asimismo, es allí donde Juanma López encuentra sus más sinceros críticos. “No me gusta que la gente diga que uno lució bien en una pelea cuando la realidad fue otra. Aquí, si uno peleó bien lo dicen y si peleó mal, también. No comen cuentos con eso”.
intenso trabajo
El plan de trabajo del púgil consiste en intensas sesiones de levantamiento de pesas los lunes, miércoles y viernes. Los martes y jueves los tiene reservados para los guanteos con Pascalli Adorno en el gimnasio José “Cheo” Aponte de Caguas.
“Estoy en la parte más difícil del entrenamiento, haciendo los ejercicios de pesas para fuerza y la parte fuerte de los guanteos”, dijo López.
Sin embargo, parte de la mañana la dedicó al estudio de vídeos de sus primeras pelas.
“Regularmente me gusta ver peleas de Floyd Mayweather, Jr., para estudiar su defensa. Las más que veo son las de Mayweather con Arturo Gatti y con José Luis Castillo. Son boxeadores que siempre vienen hacia al frente y al estudiarlas vemos cosas en el estilo de Mayweather que nos pueden ayudar”, compartió.
No subestima al rival
Juanma López reconoce que Ponce de León representa un escollo para lograr su meta de campeón. Por ello, no le resta méritos al púgil azteca.
“La pelea con Ponce de León es la más importante de mi carrera. Muchas personas piensan que llevo tres años peleando, pero en realidad han sido 16. Estoy en el boxeo desde que tenía nueve años y voy a cumplir 25 el 30 de junio. Sí fui a una Olimpiada, pero ése no era mi sueño tanto como ser campeón del mundo. Está llegando la hora”, sentenció.
¿Te levantas todos los días pensando en Ponce de León?
“Más bien en la pelea, pensando en el momento. Estoy mucho más atento. Siempre entreno bien en serio, pero para esta lo he tomado más fuerte. Siempre he tenido la confianza y la certeza de que voy a ganar. No habrá sorpresas esa noche”.
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