viernes, 31 de octubre de 2008

El silencio y la furia


Por Robert Morales ESPN.com

Cristian Mijares no era muy conocido cuando se enfrentó a su compatriota mexicano Jorge Arce en enero de 2007.
Mijares era un campeón muy poco conocido que se aprestaba a hacer la primera defensa de su título mundial de peso súper mosca. Arce era (y sigue siendo) uno de los peleadores más populares y amados de México.

Cuando Mijares derrotó a Arce de punta a punta para alzarse con una decisión unánime, otra estrella nacía en el firmamento pugilístico mexicano.

"Mi vida ha cambiado mucho, no solamente en México sino en todo el mundo", dijo Mijares. "Todo el mundo me reconoce desde que le gané a Arce".

Además de la bonanza financiera que llegó con esa victoria y con las cinco defensas subsiguientes, Mijares ha logrado poner su nombre en las encuestas más respetadas de boxeadores libra por libra. En este momento está clasificado en el noveno puesto a nivel mundial por ESPN.com. Pero a pesar de su meteórico ascenso en las clasificaciones, su mentalidad sigue siendo la misma.

"Ha habido algunos cambios, definitivamente, pero yo no cambié", dijo Mijares. "Todavía estoy rodeado por mi familia y mi equipo. Sí, el cambio ha sido porque hay mayor reconocimiento. Pero soy la misma persona que era antes".

Esa personalidad tranquila y constante seguramente lo ayudará cuando tenga que enfrentar al duro pegador armenio Vic Darchinyan este sábado en una pelea de unificación en el Home Depot Center de Carson, California.

Eso debería ayudarle a Mijares en el ring cuando intente librarse de los violentos golpes que Darchinyan le lanzará. Y parece también haber ayudado en la promoción de la pelea, porque Mijares se ha mantenido impávido ante los incesantes insultos de Darchinyan.

Durante una conferencia de prensa el 13 de octubre en Los Ángeles, Darchinyan, de 32 años, estuvo un poco raro.

"Todos dicen que Mijares es el mejor boxeador libra por libra (en esta división) pero luego de que yo termine con él, veremos en qué número lo ponen", dijo Darchinyan. "Voy a darle una lección a este muchacho".

En lugar de sentirse herido, Mijares respondió fríamente.

"Darchinyan habla demasiado porque me tiene miedo", dijo Mijares. "Jorge Arce habló mucho también, y yo lo hice callar. Voy a hacer lo mismo con Darchinyan".


Entonces, la semana pasada el zurdo Darchinyan (30-1-1, 24 KOs) sugirió que su manera de pelear yendo hacia adelante con malas intenciones es más cercana al estilo de pelea mexicano que el estilo astuto y sin mucha pegada desde la posición zurda que usa Mijares (36-3-2, 15 KOs). Por eso, dijo Darchinyan, será él quien tenga el apoyo de la audiencia mayormente mexicana.

"Luego de dos asaltos ya no van a oír al público mexicano, solamente van a escuchar al público armenio", dijo Darchinyan, quien predijo un nocaut. "Un par de rounds más tarde, van a ver que los mexicanos me van a apoyar a mí. Claro, les va a gustar mi estilo. A ellos no les gustan los boxeadores que tocan y salen corriendo".


Nuevamente, Mijares replicó con frialdad.

"Cuanto más hable, más motivado estaré para cerrarle la boca", dijo Mijares, de 27 años de edad.

Además, Mijares hace mucho más que tocar y correr. Quizás no tenga la pegada de Darchinyan, pero tiene algo de poder, porque ha noqueado a cuatro de sus siete oponentes en sus victorias en peleas de campeonato.

Derrotó a Arce por siete, ocho y 10 puntos en una actuación deslumbrante. Dos peleas atrás, superó a Alexander Muñoz por decisión dividida en una pelea de unificación en su ciudad natal de Gómez Palacio, México.

Arce tiene una tasa de nocaut del 69 por ciento y Muñoz del 77 por ciento, lo cual significa que Mijares tiene la capacidad de recibir golpes fuertes y salir victorioso.

Además, la quijada de Darchinyan es sospechosa, tal como lo demuestra su caída por nocaut ante Nonito Donaire en el quinto asalto en julio de 2007.

Más aún, Mijares no ha perdido en más de seis años. Y su promotor, Lou DiBella, está convencido de que el cielo es el límite.

"He tenido la suerte de promover a un gran número de boxeadores que estaban en la lista de los mejores del mundo, libra por libra", dijo DiBella. "Bernard Hopkins, yo trabajé con él un tiempo, y Jermain Taylor. Yo pienso que Mijares ya está entre los mejores 10 del mundo, en todos los pesos. Cuando suba a 118 libras y entre en otra división de peso y la gente vea lo dominante que es como boxeador, espero que suba aún más en esa lista. Tiene el potencial de ser el mejor boxeador del mundo, libra por libra del mundo de todos los que han trabajado conmigo".

Altas expectativas. Pero Mijares bien podría concretarlas por su mentalidad afianzadad. Todavía vive en la misma casa en la que creció en Gómez Palacio. Cuando se le preguntó cómo iba a gastar lo que seguramente será el cheque más alto de su carrera por la pelea del sábado ($225.000), dijo que "todo lo que sé es que voy a invertirlo sabiamente, al igual que lo he hecho en el pasado".

"Sabiamente" es también el modo en que Mijares planea agregar una faja de campeón a las dos que ya tiene. Dijo que va a boxear con Darchinyan, "porque eso es lo que yo debería hacer con un tipo como Darchinyan".

La astucia es una de las cosas que han llevado a Mijares hasta este punto. Pero una victoria por nocaut ante Darchinyan agregaría una muesca de grandes proporciones en la culata de su revólver.

"Voy a decir algo ahora mismo, y quiero que todos me entiendan", dijo Mijares cuando se le preguntó cómo iba a manejar el poder de pegada de Darchinyan. "Él piensa que me va a partir en dos, que me va a noquear. Yo soy astuto y fuerte al mismo tiempo. Por eso quiero que nadie se sorprenda si termino noqueando a Vic Darchinyan".

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