Exactamente 1.400 días después de su último combate, el ucraniano Vitali Klitschko sube al ring el sábado en Berlín para intentar recuperar, frente al nigeriano Samuel Peter, su título del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) de los pesados.
Con su estatura de 2 metros y 3 centímetros, el mayor de los hermanos Klitschko acaricia el sueño de un título que le permitiría además colocarse, junto a su hermano Vladimir, que posee los cinturones de la Organización Mundial (OMB) y de la Federación Internacional (FIB), en la cima de la categoría reina del boxeo.
"Queremos entrar en la historia del boxeo. Dos hermanos campeones del mundo de los pesados. Es lo nunca visto", señaló antes de su combate.
"Hemos hecho la promesa a nuestra madre" de ser campeones al mismo tiempo, "igual que le prometimos que nunca pelearíamos el uno contra el otro", añadió.
Lesionado en la espalda y en una rodilla, el boxeador de 37 años se había retirado en noviembre de 2005 y entregó su cinturón sin combatir.
Para regresar al ring, se ha entrenado con dureza durante diez semanas. "Me alegro de estar de nuevo en mi mejor forma", dijo.
El sábado deberá enfrentarse a un nigeriano nueve años más joven que él. Llevando una camiseta de la selección alemana de fútbol, el africano recordó que "Alemania ha sido tres veces campeona del mundo con esta camiseta. Me va a dar suerte y voy a batir a Klitschko por K.O.", afirmó Peter.
Sea cual sea el resultado del combate, Peter ya es un nuevo héroe en su país y en todo el continente. "Africa me quiere y está orgullosa de mí", aseguró el nigeriano, que es campeón del CMB desde el 8 de marzo.
En cuanto a Vitali Klitschko, ya tiene el futuro encauzado en varios caminos. Multimillonnario, icono publicitario, embajador de Unicef, padre de familia, también se lanzó a la política buscando la alcaldía de Kiev en mayo pasado.
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