viernes, 7 de noviembre de 2008

SOLAMENTE UNO LO CELEBRARÁ


Cuando el próximo sábado, en el Madison Square Garden de Nueva York, se enfrenten Roy Jones Jr. y Joe Calzaghe no sólo tendremos la posibilidad de ver una gran pelea sino, además, lo que puede ser una gran coronación o un retiro olvidable para ellos.
Teniendo en cuenta las brillantes carreras de ambos, este resultado puede tener una gran trascendencia.
Como hemos dicho innumerables veces desde esta columna, en el boxeo actual hay varios veteranos que siguen tan vigentes como siempre, ya que a la hora de medir fuerzas ante jóvenes talentosos que intentan consolidarse echan mano a la bolsa de trucos y, generalmente, terminan prevaleciendo.
Sin ir demasiado lejos, hace unas semanas Bernard Hopkins, a sus 43 años, le dio una lección a un Kelly Pavlik que venía derrotando a quien le pusieran por delante.
El propio Hopkins, en abril pasado, le complicó la vida Calzaghe, en un combate que si bien resultó soporífero, el primero perdió en una decisión dividida para algunos cuestionable.
Jones Jr. cuenta hoy 39 primaveras. Sin embargo, después de una ilustre campaña en la que conquistó títulos mundiales en cuatro categorías diferentes (hasta se dio el lujo de coronarse en el peso completo), experimentó un sorprendente y contundente ocaso que incluyó tres derrotas consecutivas (dos de ellas por nocaut) entre 2004 y 2005.
Tras algunos combates sin mayor trascendencia, Jones Jr. volvió al primer plano en enero de este año, con una sólida victoria ante Félix Trinidad. Muchos podrán decir que ya Tito no era el mismo en ese entonces, lo cual es absolutamente cierto. Pero aún así aquella noche, el estadounidense volvió a mostrar sus virtudes de siempre, cuando ya parecían extintas.
Su fulgurante velocidad de manos y piernas y su precisión de cirujano estuvieron a la orden del día.
"Yo fui uno de los que creí que Jones estaba acabado. Pero la verdad es que en su pelea ante Trinidad demostró volver a estar hambriento de gloria. Y el próximo sábado él intentará volver a ganar para terminar de redimirse de aquellas tres derrotas que sufriera", explicó, elocuentemente, Calzaghe.
Lo cierto es que si bien el británico ha anunciado que esta será su última pelea, su condición física y boxística es muy superior a la de Trinidad. Por ende, Jones Jr. tendrá un nivel de oposición mucho más exigente.
Pero aún así, si Jones Jr. logra realizar algo parecido a lo hecho ante Trinidad, nos da la sensación de que Calzaghe no tendrá armas para contrarrestarlo. ¿Por qué? Simplemente, porque el estadounidense es mucho más versátil y se desplaza sobre el cuadrilátero de un modo al que el europeo no está acostumbrado.
Al margen de su impecable triunfo sobre Jeff Lacy, como campeón de los supermedianos de la OMB Calzaghe siempre enfrentó a rivales europeos o estadounidenses de segundo nivel.
El estilo de boxeo del Viejo Continente, se sabe, es mucho más lento que el estadounidense y más frontal, por ejemplo, que el latinoamericano. Por consiguiente, a esta altura de su carrera Calzaghe difícilmente sea capaz de imponer sus condiciones ante un blanco permanentemente móvil.
Pero, claro, el interrogante aquí pasa por saber si Jones Jr. podrá o no llegar a este combate en perfectas condiciones físicas, indispensables para marcar la diferencia.
Nosotros creemos que sí. Y por eso lo damos como ligero favorito. Porque como él mismo afirma: "Dios me dio un don, el don del boxeo. Y eso todavía no se ha terminado".

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