lunes, 8 de diciembre de 2008

Que corra el aire


Armando Álvarez Faro de Vigo

Iván Pozo y Christophe Rodrigues han quedado para bailar. La cita tiene día (próximo viernes) y escenario (As Travesas). Discrepan sobre el estilo. El vigués propone una danza libre, suelta, con mucho aire entre los bailarines; el francés la quiere agarrada, de sobeteo de verbena o lambada. El que imponga sus preferencias se proclamará campeón de Europa del peso mosca.
La estadística favorece de entrada a Pozo, con un récord de 29-5-1 por los 15-14-3 de su adversario. De 29 años el local, de 30 el visitante, ambos afrontan una cita crucial para sus carreras. Rodrigues está ante la oportunidad que tantos golpes le ha costado. Pozo, que ya fue campeón europeo en 2005, resucitaría su estrella, magullada por Omar Narváez. El triunfo podría situar al gallego entre los tres primeros del Consejo Mundial, convirtiéndolo otra vez en candidato planetario. "No podemos fallar ni defraudar a nadie", reconoce su preparador, Francisco Amoedo. "A Iván le pudo la presión ante Narvaez. No esperaba que sucediese. Él mismo dijo que notó los brazos atenazados. Eso está olvidado. Ahora tenemos que responder al público".
El técnico se ha devorado todo el material disponible sobre Rodrigues y advierte que sus registros, aunque parezcan discretos, resumen a un gran profesional, auténtico. Rodrigues nunca ha querido engordar su cuenta de victorias de forma artificial. Se ha pegado varias veces con Sarritzu, con Inom, con Asloum, todos ellos dominadores en la última década del peso a nivel continental e incluso mundial.
Si acaso, sí hay un dato fiable: sólo ha ganado y perdido dos combates por KO. "No pega, pero las toma bien", concreta Amoedo. De entrada, el paso del tiempo puede favorecer al galo ante un Pozo con mayor dinamita en sus puños.
Pero la clave está en la distancia. Rodrigues es un ´perro de presa´, "muy pegajoso y de brega", define el preparador. Simplemente correcto a nivel técnico, el plan del francés será cortarle los caminos a Pozo y acosarlo de forma constante, introduciéndose entre su guardia. Y ya en el cuerpo a cuerpo, en el piel contra piel, lanzar sus peligrosos golpes circulares (crochets y uppercuts).
Sus puntos fuertes están tan claros como sus fragilidades. "A larga distancia no le tenemos miedo", revela Amoedo. Iván Pozo es superior en teoría incluso en la media. El vigués dependerá mucho de la ligereza de su juego de pies. De hecho, ha enfocado su preparación al revés de lo que hiciese contra Narváez, priorizando la resistencia y la movilidad sobre la fortaleza. Si se cumple el programa, Pozo recorrerá muchos kilómetros sobre el cuadrilátero. La consigna es "meter series rápidas y volver a salir", una y otra vez. Como dijese Cassius Clay, flotar como una mariposa y picar como una abeja.
Pozo, o sea, quiere hacer esta vez de Narváez, que encandiló en As Travesas con su amplio catálogo de golpes y su dominio espacial._El excepcional campeón argentino sólo comparte con Rodrigues la condición de zurdo, algo que no preocupa tanto en este caso a Amoedo. En ese aspecto sí han podido aprovechar la preparación que hicieron para el Mundial y no han requerido los servicios de sparrings zocatos.
Lo que cuenta es la frescura mental de Iván Pozo, que ha superado totalmente el proceso gripal que padeció durante los últimos días. "La última serie de golpes ha sido fuerte, a doce asaltos, y ha respondido perfectamente", asegura Amoedo, que dice de su pupilo: "Sabe que se la juega".

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