lunes, 1 de diciembre de 2008

“Le está haciendo un daño al boxeo”


Por Hiram Alberto Torraca / htorraca@elnuevodia.com


Al igual que muchos boxeadores de su generación, Juama López creció idolatrando a Oscar de la Hoya.
Pero, de la misma manera, piensa que al púgil mexico-americano ya le pasó su tiempo y que con cada pelea realiza, le hace más daño que bien al boxeo.
“De la Hoya y Pacquiao no es pelea muy atractiva. Mucha gente va a verla, pero creo que es por curiosidad. A De la Hoya le llegó el tiempo de retirarse. Creo que le está haciendo un daño al boxeo. Al público no, pero a los boxeadores y a la gente que sabemos de boxeo, nos aburre. Es uno de mis ídolos, pero dentro del boxeo, ya De la Hoya aburre”, expresó López en una reciente entrevista con El Nuevo Día.

López defenderá por segunda ocasión su corona de las 122 libras de la OMB el 6 de diciembre en Las Vegas ante el argentino Sergio Medina.

Ese será el combate semiestelar del choque entre De la Hoya y el filipino Manny Pacquiao. Esta megapelea será en las 147 libras, un peso nuevo para Pacquiao, quien comenzó su carrera como junior mosca y viene de hacer su primera pelea en las 135 libras -en junio cuando noqueó a David Díaz para ganar la faja del CMB-. Pero una bolsa garantizada de $11 millones junto a un por ciento de las ventas del evento, lo llevaron a subir a la categoría welter al menos por una pelea.

Mientras que De la Hoya, quien es el promotor de la función, tiene garantizados $15 millones más un 62 por ciento de las ganancias.

Al igual que opinan la mayoría de los conocedores del boxeo, López piensa que la ventaja de De la Hoya en fuerza y estatura será demasiado para Pacquiao.

“Yo no creo que De la Hoya pierda contra Pacquiao. Es mucha la diferencia de altura, en fuerza. Pacquiao es un gran peleador, por lo que puede pasar cualquier sorpresa. Pero creo que es una pelea desigual”, indicó al agregar que la pelea correcta para De la Hoya, deportivamente hablando en esta etapa de su carrera, era en una revancha ante Tito Trinidad.

“Creo que no es la pelea correcta (contra Pacquiao). De la Hoya pudo haber peleado con Daniel Santos, con Antonio Margarito, Winky Wright, hasta tal vez con Tito Trinidad en una revancha. Pero prefirió pelear con un peleador tan bajito. Yo creo que la pelea correcta hubiese sido que él se enfrentara a Tito Trinidad”.

WLADIMIR SE PREPARA EN MALLORCA. BANKS SE LESIONA Y NO HARÁ EL CAMPEONATO DEL MUNDO


El ucraniano Wladimir Klitschko, campeón mundial FIB-OMB del peso pesado, se encuentra en Mallorca preparando su inminente defensa de sus coronas, el próximo día 13 de este mes, en la Arena, Mannheim, Baden-Württemberg, Alemania, ante el ex campeón mundial, el estadounidense, Hasim Rahman. Precisamente, en una de las sesiones de entrenamiento, se ha lesionado en una mano el norteamericano Johnathon Banks, que debía enfrentarse el próximo sábado por la corona vacante del peso crucero OMB ante el británico Enzo Maccarinelli, por lo que el combate ha sido suspendido. En estos momentos, se hacen gestiones para encontrar rival para Maccarinelli, en velada a celebrar en el ExCel Arena, Dockland, Londres, Reino Unido.

SE SUBASTÓ EL BERTO VS. COLLAZO



La empresa promotora DiBella Entertainment ganó la subasta para el combate por el título mundial del peso welter del C.M.B. entre el acctual campeón, André Berto y el retador mandatario Luis Collazo, ambos norteamericanos. La oferta de dicha empresa fue de $675,000, mientras que la de Don King Productions no pasó de $427,000. El porcentaje de ganancia será del 70% para el campeón y el 30% para el aspirante.

DE LA HOYA, A CALLAR BOCAS OTRA VEZ


ESPNdeportes.com

Pocas cosas hay tan difíciles en el boxeo como determinar quién ha sido el mejor de todos los tiempos. El sistema de divisiones y las diferentes épocas hacen prácticamente imposible hacer una comparación justa y equitativa. Lo que sí se puede hacer es una lista de los más grandes de todos los tiempos, y en ese listado, el nombre de Oscar de la Hoya tiene que aparecer con letras de oro junto al de otras grandes leyendas.
El mérito que lo hace acreedor a medirse con pugilistas de la talla de Sugar Ray Leonard o Roberto "Manos de piedra" Durán o Tommy Hearns es que ha sido el único en conquistar seis títulos en diferentes divisiones. En su camino derrotó a otros grandes que están en la famosa lista, como Julio César Chávez o Pernell Whitaker, y tuvo victorias épicas ante otros pugilistas, como Arturo Gatti, Ike Quartey y Fernando Vargas, que lo hicieron un boxeador de época. Pero a pesar de contar con credenciales tan contundentes como estas, el "Golden Boy" es sumamente cuestionado en el ocaso de su carrera.
En sus 15 años como profesional, De la Hoya ha sostenido 44 peleas, ha salido airoso en 39 de ellas y ha noqueado a 30 de sus contrincantes. Solamente una vez perdió por la vía de la cuenta (a puños de Bernard Hopkins) y por lo menos tres de sus derrotas han sido justificadamente discutidas
Ahora que está por sostener su combate número 45 el 6 de diciembre, las dudas vuelven a rondar su trayectoria. En un principio se dijo que De la Hoya cerraría su carrera con una revancha ante Floyd Mayweather Jr. en septiembre, pero el inesperado retiro del estadounidense trajo una ola de especulaciones sobre quién sería su rival. La elección final fue desconcertante en un principio, pero tiene mucho sentido: el filipino Manny Pacquiao.
Cuando se cayó el pleito contra Mayweather, De la Hoya dijo que enfrentaría al mejor boxeador del mundo.
Como la pelea entre Antonio Margarito y Miguel Cotto estaba cerca, se especuló que el ganador del combate sería el rival del "Golden Boy", pero no fue así.
Efectivamente, De la Hoya cumple con su palabra de enfrentar al mejor del mundo, quien es indudablemente Pacquiao. La incógnita es si "Pacman" conservará su velocidad de puños y su pegada dos divisiones más arriba de la que acostumbra a pelear.
"Oscar es un buen peleador, ha enfrentado a muchos boxeadores buenos, pero peleó contra Whitaker cuando estaba al final de su carrera, no quiso la revancha contra Hopkins cuando tenía 40 años y peleó contra Camacho y Chávez cuando iban de bajada", dice Mayweather.
Sus argumentos pueden sonar válidos, pero en la década de los 90, los Chávez y los Whitaker eran al tipo de peleadores a los que cualquier boxeador tenía que derrotar si es que quería ganar credibilidad y títulos, y De la Hoya lo hizo de manera contundente; ahora, los papeles se han invertido. Todo parece indicar que es De la Hoya el boxeador veterano que hay que derrotar si es que los jóvenes pugilistas quieren tomar su lugar.
La otra razón que le ha dado a los críticos del "Golden Boy" material para atacarlo han sido sus derrotas contra otros grandes boxeadores contemporáneos, como Hopkins, Shane Mosley, el mismo Mayweather y Tito Trinidad, pero salvo la pelea contra Hopkins, las demás decisiones fueron sumamente cerradas e incluso cuestionadas.
De la Hoya no fue invencible como lo fue Rocky Marciano, pero tampoco lo fueron Muhammad Ali ni Chávez. Fue precisamente regresar después de cada derrota lo que le dio un lugar especial en la historia.
Muchos creyeron que Oscar había llegado hasta el tope de su carrera cuando sufrió su primera derrota de su carrera ante Trinidad en 1999 y siete meses después, Mosley le propinó la segunda. A pesar de que sus bonos habían bajado por la racha negativa, un año después regresó para derrotar al español Javier Castillejo y sentir de nuevo lo que era ser campeón en otra división.
"Retomar los campeonatos siempre fue lo más difícil", recuerda De la Hoya. "Es difícil ser campeón, pero seguirlo siendo es mucho más difícil".
Contra Pacquiao no habrá ningún campeonato en juego, pero De la Hoya, a sus 35 años, está dispuesto a subir al ring por algo más importante.
"Siempre he sido una persona muy ambiciosa que quiere lograr algo más, sabía que Dios me dio un talento con el boxeo y que tenía que usarlo para lograr cosas grandes", dice De la Hoya. "Al principio de mi carrera, cuando gané mis primeros dos campeonatos, peleaba por el orgullo, porque quería ser campeón, después de eso me di cuenta de que era la inspiración de muchos, así que seguí peleando para ser ese ejemplo para la gente".
Ahora, los ambiciosos tienen otros apellidos: Pacquiao, Margarito, Hatton y Cotto son sólo algunos de ellos. Por el momento, únicamente el filipino tendrá la oportunidad que De la Hoya tuvo cuando despegaba su carrera.
Aunque ya dijo Oscar que su último combate no será ante Pacquiao, él mismo sabe que no le quedan muchas peleas. Ya no tiene nada que demostrar y el dinero tampoco es algo que le preocupe. Además de ser el único con seis coronas en distintas divisiones, De la Hoya puede presumir ser el más prolífico de todos los tiempos. Sus peleas en pago por evento han generado ganancias de $594.3 millones, algo que ningún otro pugilista ha logrado.
Pero cuando se le pregunta cuál ha sido su logro profesional más importante, no nombra sus victorias sobre Chávez, quien fue su ídolo, ni alguno de sus campeonatos.
"La medalla de oro que conseguí en Barcelona 1992 siempre va a ser lo máximo", dice con su característica sonrisa en la boca. "Se la dediqué a mi mamá, que en paz descanse, por eso es tan especial, ese va a ser mi logro más importantes en el ring y fuera de él".
Tal vez ya no sea el mismo "Golden Boy" que fue declarado el mejor boxeador libra por libra del mundo en 1997 por la revista Ring, pero aún sigue siendo el rival a vencer de quienes quieren consolidarse en este deporte.
"Ese se cree mexicano, yo le ganaría y vengaría así al ídolo Julio César Chávez", dice Antonio Margarito. Pero ni él puede negar que De la Hoya merece estar entre los mejores de todos los tiempos. "Creo que el mejor boxeador hasta ahora es Oscar de la Hoya porque agarró seis títulos en diferentes divisiones".
Así de fácil y así de contundente.

¿QUIÉN SERÁ EL ÚLTIMO RIVAL DE OSCAR DE LA HOYA?
Hay muchos en la lista, pero Javier Ibarra cree que sería muy interesante verlo contra estos peleadores.
Shane Mosley
El único que puede presumir haber derrotado al "Golden Boy" en dos ocasiones, pero ambas fueron fuertemente cuestionadas. Mosley sigue siendo uno de los mejores del mundo y su velocidad de puños y su fuerza harían de un tercer enfrentamiento una gran pelea.

Tito Trinidad
Los latinos mueren por ver esta pelea, pero Trinidad está muy lejos de ser lo que fue. Sería un cierre simbólico pelear contra él, pero no sería tan interesante como haberlos visto cinco años atrás.

Bernard Hopkins
El único que ha noqueado a Oscar. A sus 43 años sigue siendo un guerrero, pero el tiempo no perdona. Tal vez De la Hoya tendría una buena oportunidad de revancha.

Floyd Mayweather Jr
Antes de su enfrentamiento contra De la Hoya, dijo que Oscar sería su último rival. Los billetes verdes podrían ser una buena razón para traer de regreso al indeciso y talentoso Mayweather.

Antonio Margarito
Está en la plenitud de sus facultades pugilísticas, lo que le da una ventaja extra sobre De la Hoya. Oscar lo ha evitado argumentando que no tiene el cartel necesario para enfrentarlo, pero en realidad, tiene la pegada y el aguante para hacer de la última pelea del "Golden Boy" una triste despedida.

'Huracán' Carter, la vida después de la tormenta


Por QUIQUE PEINADO

Bob Dylan cantó su inocencia y el cine contó su historia, pero los casi 20 años que Rubin 'Huracán' Carter pasó en prisión dejaron en él un poso insalvable. El ex boxeador, que "algún día podía ser el campeón del Mundo", como clamaba Dylan, fue condenado por un crimen que nunca cometió y hoy, 23 años después de ser liberado, sigue luchando por los que sufrieron como él. Este mes se cumplen 45 años de la pelea que lo lanzó a la fama.

Tres cuerpos están allí, Patty los ve / y otro hombre llamado Bello / se mueve misteriosamente alrededor / "Yo no lo hice", dice / y levanta sus manos / "Yo sólo estaba robando la caja / espero que lo comprenda" / "Los vi salir", dice, y se para / "Alguien tendría que llamar a la poli"

Así lo cantaba Dylan. Basta recordar 'Huracán', la película protagonizada por Denzel Washington, por la que ganó el 'Globo de Oro' y el 'Oso de Oro' del Festival de Berlín al mejor actor protagonista, para enterarse de qué ocurrió. Una noche, en un bar de Nueva Jersey, un triple asesinato sacudió el lugar. Todo terminó en una escena terrible. Alfred Bello, que acababa de robar en una casa cercana, afirmó haber sido testigo de lo ocurrido. Patty Valentine, la camarera, tampoco vio nada, pero 'compró' la versión de Bello: dos hombres de raza negra habían disparado y acababan de huír. Llamaron a la policía y Rubin Carter, candidato al título mundial de los pesos medios, y un amigo eran acusados del crimen.

El contendiente número uno para la corona de los pesos medios de boxeo / no tiene ni idea de la mierda que le va a caer encima / Es como funcionan las cosas en Paterson / Si eres negro / mejor no aparezcas por la calle / a menos que quieras entrar en calor.

Tras un juicio más que cuestionable, 'Huracán' fue a la cárcel. Acababa de ganar al ex y futuro campeón del Mundo del peso medio Emile Griffith (pelea de la que ahora se cumple 45 años) y al futuro campeón mundial del pesado Jimmy Ellis. Su pegada era legendaria. Pero su carrera se apagó cuando entró en la cárcel, y pasó de ser un deportista a un icono en la lucha por los derechos sociales.

Manifestaciones por todo el país, con la canción de Dylan convertida en himno, y la pelea de Carter no sirvieron de nada. Hasta 1985 no fue liberado. El juez de Nueva Jersey que lo liberaba declaraba en la sentencia que la condena de carter "estaba basada más en el racismo que en la razón".

¿Cómo puede la vida de un hombre / estar en la palma de la mano de un idiota? / No podía hacer nada más que avergonzarme de vivir en esta tierra / donde la justicia es un juego.

Carter salió de la cárcel y desde entonces dedica su vida a combatir las injusticias que él vivió. Hasta 2005 presidió la Asociación para la Defensa de los Condenados Injustamente (ADWC, siglas en inglés) y hoy da charlas por todo el mundo. "Sigue luchando, da igual cuál sea el obstáculo, porque la vida es una carrera de obstáculos que tienes que correr", declaraba recientemente en una charla. "El odio me llevó a la cárcel, pero el amor me sacó de ella", decía. Vive en Toronto, Canadá, y tiene dos doctorados honoríficos en leyes, por una universidad canadiense y otra australiana. Con 71 años, ha vivido lo que nadie desearía vivir. Porque, como escribió Dylan...