miércoles, 3 de diciembre de 2008

Es hora de venganza


Por Dan Rafael ESPN.com


¿No es raro ver cómo funcionan las cosas a veces?
Después de todo, poco más de dos años atrás, en septiembre de 2006, una pelea con Manny Pacquiao era lo último que podía pasar por la mente de Oscar De La Hoya.
De La Hoya estaba en medio de un descanso de un año luego de su combate con Ricardo Mayorga. Su combate con Floyd Mayweather Jr. no había sido hecho todavía. De La Hoya se concentraba en Pacquiao, pero no en pelear con él, sino en firmar al filipino a un contrato de siete años con su compañía promotora, Golden Boy Promotions.
Al fin de cuentas, Pacquiao nunca peleó para Golden Boy y, después de muchas idas y venidas, la estrella más taquillera del boxeo (De La Hoya) y el rey del boxeo, libra por libra (Pacquiao), se enfrentarán en un evento sin igual en el peso welter. Será la pelea más importante del año y se llevará a cabo en el MGM Grand el sábado por la noche (HBO PPV, 9 p.m. ET).
Después de todo lo ocurrido, De La Hoya aún está sorprendido de que la pelea siga en pie.
"No. jamás lo hubiese imaginado", dijo De La Hoya haciendo referencia a la idea de que algún día iba a enfrentar a Pacquiao. "Esa es la razón por la que esta pelea se llamará 'Una pelea de ensueño' Lo que quiero decir es que ni en mis sueños más descabellados estaba la posibilidad de pelear con Manny Pacquiao".
Y la razón es porque De La Hoya en algún momento pensó que iban a formar un equipo promotor-púgil. Pero lo que pasó a fines de 2006 -- Pacquiao no cumplió con el contrato con Golden Boy tras firmar con la promotora rival, Top Rank  dejó un sabor amargo en la boca de De La Hoya. Sintió que Pacquiao lo había traicionado. Esta es una de las historias secundarias de esta pelea. Este incidente, dice De La Hoya, ha hecho que la pelea se convierta en una cuestión personal para él.
"Para mí es personal", comentó De La Hoya. "No me agrada que hable de honor y de su reputación y de esto y aquello. No cumplió con su palabra esa noche, de modo que no lo respetaré el sábado".
"Esa noche" a la que De La Hoya hace referencia fue una en la que pensó había firmado con Pacquiao para que se convirtiera, además de De La Hoya, en el púgil principal de Golden Boy Promotions.
Pacquiao había llegado a Los Angeles desde Filipinas para hacer una conferencia de prensa en la que iba a anunciar su tercera pelea con el boxeador de Top Rank, Erik Morales. De La Hoya lo esperó en el aeropuerto con una limusina y $300,000 dólares como un bono por la firma del contrato. De La Hoya lo llevó a cenar a un restaurant de L.A.
Durante la cena, en la que estaban presentes De La Hoya, Pacquiao, el CEO de Golden Boy, Richard Schaefer, el entrenador de Pacquiao, Freddie Roach, el abogado de Pacquiao, Jeng Gacal, y un par de amigos de Pacquiao, este último firmó el contrato.
Unos días más tarde, De La Hoya se regocijaba de haber firmado con Pacquiao, con la idea de que había sido más listo que Top Rank, promotora que también estaba detrás del boxeador.
"Fuimos más listos que la competencia", dijo De La Hoya a ESPN.com en aquel momento. "Tenía un objetivo y ese era firmar con Manny Pacquiao. Armamos una estrategia y decidimos que íbamos a hacer todo lo posible para incorporarlo a la compañía".
Pero sin que De La Hoya lo supiera, Pacquiao también había firmado un contrato promocional con Top Rank, compañía de Bob Arum que había sido la promotora de De La Hoya antes de su reñida separación.
El resultado de la doble firma del púgil fue una feroz pelea entre las dos promotoras más importantes del mercado. Hubo demandas presentadas por ambas compañías y se suscitó una guerra fría que, como efecto secundario, paralizó este deporte en los Estados Unidos ya que De La Hoya y Arum se negaban a firmar acuerdos para que estrellas de ambas promotoras se enfrentasen.
Finalmente, con ambas compañías ahogadas en papeleos legales, en junio de 2007 hicieron una tregua con la ayuda del mediador Daniel Weinstein. Bajo este acuerdo, Top Rank, a quien Pacquiao dijo ser leal, conservó los derechos promocionales de Pacquiao y Golden Boy recibió un pequeño porcentaje de su contrato.
Desde la firma del acuerdo, la alianza entre Golden Boy y Top Rank ha sido bastante inestable, pero las compañías no han dejado que eso perjudique peleas importantes, comenzando con la revancha de Pacquiao ante Marco Antonio Barrera en octubre de 2007. También promocionaron en conjunto Miguel Cotto versus Shane Mosley y la revancha de Pacquiao con Juan Manuel Márquez. Ahora están apostando todo a la primera pelea importante de 2009 en la que Antonio Margarito enfrentará a Mosley, el 24 de enero próximo.
Pero la pelea más grande que ambas compañías pudieron concretar fue una que ninguno de ellos hubiese soñado, hasta que el comentarista de HBO Larry Merchant fantaseó hace más de un año sobre la posibilidad de que De La Hoya (39-5, 30 KOs), quien está bajando desde el peso mediano junior, enfrente a Pacquiao (47-3-2, 35 KOs), un campeón de peso ligero que tendría que subir dos categorías.
Es una pelea que ninguno de ellos hubiese soñado cuando alcanzaron aquel acuerdo.
"No sabíamos nada de esa pelea porque todavía Larry Merchant no la había inventado", bromeó Arum.
Aún cuando hay una tregua entre las compañías, De La Hoya afirma que no ha olvidado lo que Pacquiao le hizo.
"Cuando me miró a los ojos y yo lo miré a los ojos, nos dimos la mano e hicimos un trato, ¿y ahora viene a hablar de honor? Yo nunca pensé que iba a pelear con él", dijo De La Hoya.
"Esa es también una de las razones por las cuales esta pelea es tan personal para mí, porque esa noche firmamos un contrato y él me dio la espalda. Este sábado me las va a tener que pagar".
Dijo Schaefer, "Oscar se decepcionó mucho con Manny. Manny tiene de algún modo la capacidad para atraer el caos, y yo intenté decirle a Oscar que es Manny el que atrae este tipo de caos. Pero Oscar está decepcionado, muy decepcionado. Y más de una vez ha dicho: 'lo voy a hacer pagar por esto'".
Pacquiao rara vez ha hablado sobre el tema. Cuando lo hace, sus comentarios son breves.
Cuando habló de los sentimientos de De La Hoya sobre esta situación, Pacquiao solamente atinó a decir "bueno, si eso es lo que él cree, que así sea, que diga lo que quiera, pero para yo no quiero que sea algo personal en el ring. No es personal para mí. Solamente hago mi trabajo en el ring y voy a ganar la pelea. Nada personal".
Considerando adonde estaban ambas partes hace dos años, y considerando los aparentemente malos sentimientos de De La Hoya contra Pacquiao, la pelea aún así puede considerarse una movida inteligente para ambos lados. De La Hoya ganará por lo menos $15 milllones. Pacquiao ganará cuanto menos $11 millones.
"Bueno, yo pienso que las cosas pasan por alguna razón", dijo Schaefer. "Y cuando sucedió todo ese episodio (cuando Manny firmó dos contratos simultáneos) hubo mucha mala sangre entre los dos promotores. Hubo sentimientos negativos de parte de Oscar, y viceversa con Manny Pacquiao, también. Pero en última instancia, cuando se asentó todo, y lo que muchos vieron como una "guerra fría" culminó finalmente, el resultado es que uno sale de esas situaciones siendo más grande, más fuerte y mejor".
"El hecho es que Top Rank y Golden Boy han armado, durante los últimos 12 meses, algunas de las peleas más grandes del mundo. Pienso que nos tenemos que dar cuenta que tenemos que hacer lo correcto para el deporte y para los fanáticos, que no es otra cosa sino darles las peleas más grandes y mejores que podamos armar".
Agregó Arum, "yo también quiero darle crédito al mediador, quien nos hizo ver las cosas con más sentido. El juez Daniel Weinstein manejó la mediación de un modo tal que nos acercó mucho para que podamos resolver este tema y seguir adelante".
Seguir adelante, y darle al boxeo la mejor pelea que el deporte tiene para ofrecer.