sábado, 10 de enero de 2009

Cumple Foreman 60 años sin olvidar revés ante Alí


El ex boxeador George Foreman cumple 60 años mañana convertido en un exitoso empresario que todavía hoy recuerda con pesar el mítico combate frente a Mohammed Alí en 1974, en el que asegura que fue drogado.
Campeón mundial de peso pesado, Foreman enfrentó a Alí el 30 de octubre de 1974 en la República Democrática del Congo (entonces Zaire) y cayó fulminado por los golpes de su rival en el octavo asalto.
"Después del tercer round estaba cansado, como si hubiera peleado 15. ¿Qué está sucediendo aquí? ¿Alguien puso droga en el agua?", escribió Foreman en sus memorias "God in my corner" (Dios en mi esquina), donde analiza la pelea, en la cual partía como favorito.
"Casi lo escupo (el líquido) y le dije a mi entrenador: Sé que este agua tiene medicina'", escribió en el libro. "Me subí al ring con ese sabor a medicina en la boca", precisó Foreman, monarca de los pesados en 1974 y 1994.
Con 19 años Foreman alcanzó la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de México 1968.
Entonces, inició una larga y exitosa carrera profesional, que pese a su controvertida actitud, le granjeó la admiración de fanáticos y rivales. Por su extraordinaria fortaleza física fue apodado "Big George".
Foreman, quien nació el 10 de enero de 1949 en Marshall, Texas, saltó al profesionalismo un año después de la cita olímpica en territorio mexicano.
El nombre de George Foreman fue sinónimo de triunfos en los cuadriláteros, mientras sembraba la imagen de un tipo duro, agresivo y antisocial.
Su racha victoriosa lo convirtió en el máximo aspirante al título mundial de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA) y el Consejo Mundial (WBC) en poder de otra leyenda del pugilismo: Joe Frazier. El 22 de enero de 1973, Foreman pulverizó a Frazier en Kingston.
A partir de ahí, "Big George" defendió exitosamente el título en par de enfrentamientos: el primero, ante el puertorriqueño José "King" Román y después frente a Ken Norton.
Román sólo le duró a Foreman 55 segundos, el KO más rápido en la historia en una pelea entre un aspirante y un campeón, mientras Norton, quien un año antes le había roto la mandíbula a Alí, no pudo pasar del segundo asalto.
Bien diferente fue el combate entre Foreman y Alí, en 1974. Sin poder derribar al excéntrico retador, Foreman, que llegaba con 40 triunfos seguidos, fue perdiendo velocidad y fuerza en sus golpes, hasta que en el octavo round una derecha recta de Alí lo envió a la lona. Era el fin del reinado del potente pegador de Texas.
El revés provocó una gran depresión en Foreman, que lo alejó del ring durante meses.
Varios triunfos, entre ellos sobre Joe Frazier, devolvieron a Foreman las ansias de reconquistar la faja universal.
Tras una nueva derrota y ya deprimido, con problemas cardíacos y sin ánimo aparente para calzar los guantes nuevamente, Foreman se encomendó a la religión.
Diez años después, Foreman regresó al cuadrilátero. Sumó una cadena de nueve victorias sucesivas y fuera del ring se convirtió en un prominente hombre de negocios vinculado a los productos cárnicos.
Alternando los negocios con el deporte, Foreman sufrió reveses ante Evander Holyfield, en 1991, y ante Tommy Morrison, en 1993, ya con 44 años. Pero lejos de rendirse, al año siguiente enfrentó a Michael Moorer.
El 5 de noviembre de 1994, en Las Vegas, Foreman noqueó con un potente derechazo a Moorer en el décimo asalto. Con el triunfo, Foreman logró dos récords: fue el boxeador más veterano en lograr la corona (45 años) y el que más demoró en reconquistarlo (20 años).
Ya en 1999 anunció su retiro de los cuadriláteros y actualmente se dedica con éxito a los negocios: da nombre a un exitoso grill, tiene una cadena de restaurantes de comida saludable y vive en una suite en un hotel de Manhattan.

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