jueves, 29 de enero de 2009

Ventaja para ninguno


Por George Kimball
ESPN.com


Ellos nacieron apenas con un año de diferencia en continentes diferentes, y ninguno nació en el continente en el que ahora practican su profesión, pero su encuentro podría transformarse en una colisión en pleno océano entre dos naves errantes: hará mucho ruido, pero ¿acaso el resto del mundo les prestará atención?
La pelea del viernes por la noche entre Herman Ngoudjo (17-2) y Juan Urango (20-1-1) en el Bell Centre de Montreal será quizás uno de los encuentros más glamorosos del nuevo año: dos boxeadores que están más o menos en la cima de sus poderes, enfrentados tan parejamente que casi ningún medidor de riesgos profesional puede encontrar algo que los separe. La ventaja meramente simbólica de 11 a 10 que los especialistas le dan a Ngoudjo está basada ampliamente en su ventaja como local.
Mientras que el ganador emergerá como un campeón mundial, no queda muy claro si será inmediatamente considerado un jugador de primer nivel en una división que parece ser una de las más calientes en el boxeo en 2009.
Más de tres meses más adelante, el mega-combate del 2 de mayo entre Ricky Hatton y Manny Pacquiao ya aparenta ser la próxima gran pelea del boxeo. Aún cuando Pacquiao estará haciendo su debut en el peso welter junior, el ganador será ampliamente declarado como el mejor en las 140 libras y será la pieza central de un mini-torneo extraoficial para determinar la supremacía en ese peso.
La unificación del 4 de abril entre los campeones Timothy Bradley y Kendall Holt seguramente producirá un oponente creíble para el ganador de Pacquiao vs. Hatton, y no es descabellado pensar que la lotería de las 140 libras finalmente tendrá suficiente atractivo como para seducir a Floyd Mayweather para que haga su regreso.
Aún si Mayweather elige seguir en la lista de retirados voluntarios, no faltarán oponentes en el camino, comenzando (pero sin limitarse a) por los ex campeones Vivian Harris, Junior Witter y Ricardo Torres. Demitrius Hopkins, quien enfrentó a Holt cayendo por decisión dividida en diciembre, también es visto como un futuro jugador potencial, al igual que el ucraniano con base en Alemania Andreas Kotelnik, dueño de otra de las porciones del título.
Pero en estos análisis de largo plazo del panorama de peso welter, los nombres de Ngoudjo y Urango rara vez atraen apenas una mención. Esto es en parte así porque el cinturón de la FIB que estarán disputando en Montreal es un desprendimiento que está disponible solamente porque Paulie Malignaggi lo relegó voluntariamente antes de su choque de noviembre ante Hatton, y en parte debido a la percepción de que Ngoudjo y Urango son boxeadores con problemas, por haber caído derrotados en las mayores peleas de sus vidas.
Cuando Urango y Ngoudjo (vs. Hatton y Jose Luis Castillo, respectivamente) aparecieron en la misma cartelera hace dos años, muchos cuestionaron sus credenciales. A pesar de que ambos estaban invictos en ese momento, el arreglo tenía la apariencia de un asunto arreglado para que ambos ganen fácil y aceiten sus engranajes para una pelea de título de Hatton y una lucrativa pelea entre Hatton y Castillo.
Pero las actuaciones de ambos boxeadores esa noche y en noches sucesivas demostraron que ninguno de ellos está fuera de lugar en el escenario mundial de retadores de las 140 libras, y que sin duda las acciones de ambos peleadores han subido de precio desde entonces (Ngoudjo gracias a dos derrotas muy dignas recientemente, y Urango gracias a un escalofriante nocaut de un solo golpe en su última pelea que lo transforma en uno de los pegadores más peligrosos de la división).
Si los combatientes concuerdan en algo, es que el hombre que emerja victorioso de la pelea del viernes debería ser una fuerza a ser considerada peligrosa dentro de la lucrativa lotería del peso welter junior.
"Definitivamente", dice Urango. "Especialmente si soy yo. Ahora mismo las cadenas televisivas tienen a sus favoritos, pero a mí me gustaría tener la oportunidad de pelear con cualquiera de esos tipos, especialmente Manny Pacquiao."
Ellos han perdido solamente tres peleas entre ellos. Que Urango, un ex campeón, haya sido superado en su pelea del 2007 en Las Vegas ante Hatton no puede ser considerado una desgracia, y la otra mancha en su récord es un empate en el 2004 ante Mike Arnaoutis.
Las únicas derrotas de Ngoudjo han sido decisiones unánimes cerradas ante Malignaggi el año pasado y la controvertida decisión dividida ante Castillo en la cartelera de Hatton y Urango. No faltan personas que piensan que Ngoudjo se había ganado la victoria en ambas peleas.
"Yo creo que gané esas peleas", dice Ngoudjo. "Pero no puedo boxear y ser el juez al mismo tiempo".
Las opiniones de cada boxeador sobre las actuaciones de sus enemigos en esas derrotas es muy instructiva. Urango recuerda que Malignaggi vs. Ngoudjo fue una pelea cerrada que debió ir a manos de Ngoudjo, pero también piensa que Castillo vs. Ngoudjo fue totalmente decepcionante.
"Pienso que Castillo vs. Ngoudjo iba a ser una pelea más agresiva, pero no lo fue", dice Urango.
Ngoudjo observe la única derrota de Urango en toda su carrera con mucho interés. Su observación de que Hatton fue más activo que Urango no tendrá mayores disputas, ni siquiera de parte del mismo Urango.
Entre sus enemigos anteriores, Urango cree que el estilo de Ngoudjo es más comparable al de Nasser Athumani, el keniano al que noqueó en cuatro asaltos en una cartelera de ESPN en Atlantic City en su primer combate tras su caída ante Hatton.
Ngoudjo piensa que Urango es similar al duro pegador Randall Bailey, ante quien combatió en su primer combate tras su derrota ante Castillo. La victoria de Ngoudjo en esa pelea, una decisión dividida en Montreal, fue la primer caída de Bailey en 11 peleas tras haber perdido su título ante Miguel Cotto en el 2004.
Parejos en los papeles, ellos representan cabalmente el viejo choque entre boxeador y pegador.
Ngoudjo es un dínamo continuo, y a pesar de que le falta pegada es seguro que será tan hábil y astuto en el 12do asalto como en el primero. Y mientras que ninguno de los dos fue noqueado, la tarea de Urango será asegurarse de que no habrá un 12 asalto. El arma principal del zurdo colombiano es ese gran gancho de izquierda que usó para noquear a Carlos Wilfredo Vilches, un golpe que se transformó instantáneamente en el retador principal para el premio de Nocaut del Año 2008.
Sin sorprender a nadie, Ngoudjo afirma que la clave para vencer a Urango será mantenerse activo, mientras que Urango resume su plan de pelea en una sola palabra: "Presión"
A pesar de sus estilos diferentes, Ngoudjo y Urango han viajado caminos paralelos en sus carreras profesionales, lo cual ha ocasionado que cada uno de ellos haya echado raíces lejos de su tierra natal.
Criado en la república africana occidental del Camerún, Ngoudjo boxeó para su país nativo en las Olimpíadas de Sydney 2000. Llegó a Canadá como participante de los Francophile Games 2001 en Ottawa, donde aparentemente de manera espontanea se fue del equipo y pidió ser un refugiado político. Desde que se convirtió en profesional en 2003 ha boxeado con base en Montreal, donde tiene una amplia base de fanáticos entre los locales, quienes todavía no lo han visto perder.
Su escape "no fue planeado", revela Ngoudjo, quien por varios años no pudo regresar a Camerún. "Ahora puedo", afirma, aunque todavía hay miembros de su familia a quienes no ha visto desde entonces.
Nacido y criado en Colombia, Urango no ha peleado en su tierra durante los últimos siete años. En el 2003 y '04 se estableció en España, donde ha ganado cuatro peleas ante un grupo de peleadores internacionales europeos.
En el verano de 2004 se conectó con Seminole Warriors Promotions, y después de su pelea con Arnaoutis ha aparecido regularmente en las carteleras de ese establo en la Florida. Y a pesar de haber dejado su tierra en buenos términos, en este momento, gracias a las reglas de inmigración, es más difícil ir a casa para Urango que para Ngoudjo.
"No he visitado Colombia en dos años", dice Juan. "Estoy trabajando para hacerme residente de los EEUU, y debo establecerme aquí antes de poder viajar nuevamente a Colombia".
¿Podrá acaso establecerse como el peleador más superior este viernes en el hogar adoptivo de su oponente?
"Claro, ellos van a alentar al local, pero yo respeto a los canadienses y sé que serán justos", dice Urango. "Yo estoy aquí para hacer mi trabajo, y eso es lo que haré"

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