domingo, 8 de febrero de 2009

¿FIN DE UNA ERA?


ESPN

La derrota de Jorge Arce ante Vic Darchinyan este sábado en Anaheim, California, debe marcar necesariamente un punto de inflexión en la historia del boxeo mexicano.
¿Es el Travieso el último vestigio de una época?. Si lo es. Arce, un boxeador de limitadas condiciones técnicas pero de un enorme corazón guerrero, fundó su popularidad en ese detalle. El que no se raja. El que recibe diez antes de acertar un buen golpe. O como a los fanáticos les gusta identificar como un verdadero macho del ring.
Su derrota incuestionable en el momento del abandono antes del asalto número doce, demuestra que la derrota de Antonio Margarito ante Shane Mosley no fue casualidad. Ahora no alcanzará con la guapeza, hay que tener técnica y planificar los combates sobre la base de una estrategia.
A Arce se cansaron en su esquina de pedirle que no lanzara volados inefectivos. Le pidieron que peleara por dentro, exclusivamente con golpes rectos. El Travieso insistió en su vieja formula, recibir golpes y tratar de acertar algún upper sin dirección. No solo marraba ante los movimientos defensivos del armenio, también se exponía al contragolpe del campeón. El final era inevitable.
Como muchos, su esperanza era que Darchinyan saliera a fajarse, quizás la única opción de triunfo para el mexicano. El armenio lo hizo en un sólo asalto, al promediar la batalla. Fue la única oportunidad en que la fanaticada mexicana abrigó alguna esperanza. Pero el triple campeón regresó a su estrategia y ganó sin sobresaltos.
Para Arce no es el fin, pero sí el comienzo del mismo. Él es lo suficientemente inteligente para saber que su estilo pasó a la historia. Seguramente estará hoy planificando su futuro encima de su carisma fuera del cuadrilátero y no su guapeza dentro del mismo.
Con respecto a Darchinyan, es inevitable asociarlo con Manny Pacquiao. Ha encontrado un filón en los rivales mexicanos. Venció a Burgos, a Cristian Mijares y ahora a Arce.El próximo será, seguramente será Cochulito Montiel. La perspectiva es de nuevas victorias, hasta que alguno recuerde como lo noqueó Nonito Donaire. El armenio es fuerte e inteligente, además de movilizarse por el cuadrilátero con un estilo hasta poco ortodoxo. Pero ya sabemos que su mandíbula no es de las que aguantan. Por ello se defiende atacando. Es rápido y puede hacerlo. Para vencerlo hay que planificar la batalla atacando sus debilidades. Algo que Arce no supo hacer, pese a los pedidos de su esquina. Anoten tranquilos en su agenda que Darchinyan ahora enfrentará al campeón de la OMB Fernando Montiel, tal vez, el único capaz de frenar a este otro villano de mexicanos.

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