viernes, 13 de marzo de 2009

KINA MALPARTIDA: "SOY PERUANA Y PIENSO VOLVER A MI PAÍS"


Héctor Velarde


Pórtate bien con ella, que pega fuerte. Se trata de Kina Malpartida, flamante campeona mundial de boxeo.
El 21 de febrero, la peruana se coronó reina en la categoría ligera (128 libras) de la WBA (Asociación Mundial de Boxeo), al noquear en el décimo round a su rival, la favorita neoyorquina de origen mexicano Maureen Shea.
"Fue una pelea en la cual en el tercer round ya no la sentí difícil físicamente, pues en términos deportivos sí lo era porque se trataba de un campeonato mundial", comenta Kina.
"Pero mi entrenador me preparó muy bien. También ayudó que el equipo de Maureen sólo me viera como una oponente más y no una verdadera amenaza. Cuando ella se descuidó me abrió las puertas para que me convirtiera en campeona mundial".
La única mala noticia que empañó la euforia de la limeña fue cuando las autoridades del Instituto Nacional del Deporte en Perú se negaron a entregarle los laureles deportivos que le corresponden por su hazaña, porque la consideran de nacionalidad australiana, ya que adoptó ésta cuando vivía en Australia.
"Tengo doble ciudadanía, yo nací en el Perú", protesta la campeona. "Todos mis amigos saben que soy peruana. Australia me ha dado mucho, pero no soy de ahí. Yo quiero regresar al Perú como peruana y quiero que mi país me reconozca como tal".
Malpartida no tiene aspecto de boxeadora. Su metro y 80 centímetros de estatura, su silueta estilizada, su bello rostro, no permiten olvidar que se está frente a una ex modelo, además de una profesional de los puños con un palmarés de 9-3 con 2 KO.
Incursionó fugazmente en el modelaje, siguiendo los pasos de su madre, la otrora popular modelo peruana Susy Dyson, pero sus inclinaciones eran notoriamente deportivas.
Aquello sucedió cuando todavía vivía en Lima y era una de las mejores surfistas del Perú, siguiendo los pasos de su padre, Oscar Malpartida, que fue campeón nacional de tabla y murió en una prueba de buceo aéreo, cuando Kina tenía 19 años.
Kina llegó a competir con la campeona mundial Sofía Mulanovich. "Fue mi inspiración", dice. "Ella es mi amiga y todo lo consiguió sola, y yo un día me dije quiero ser campeona del mundo y lo lograré".
En dos oportunidades solicitó una visa de entrada a Estados Unidos, que le fue negada en ambas ocasiones.
Finalmente, a sugerencia de un tío de origen inglés, decidió probar suerte en Australia y estudiar hotelería y gastronomía, a la espera de una oportunidad para realizarse como deportista.
Según Kina, ésta fue la mejor decisión en su vida, pues en Australia pudo desarrollar su pasión por el deporte, al comenzar a entrenar como boxeadora mientras estudiaba.

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