viernes, 3 de abril de 2009

Castillejo, al adiós imposible de la leyenda


QUIQUE PEINADO Marca.com

Se espera que Javier Bardem o Miguel Ángel Silvestre, 'El Duque', estén en la grada. Lógico, porque el acontecimiento es de marca mayor: Javier Castillejo, el mejor boxeador español de todos los tiempos y uno de nuestros mejores deportistas de toda la historia, regresa a casa para acabar con su gloriosa carrera, con 41 años y siete mundiales en la mochila, con el estigma de ser, quizá, el gran deportista español al que peor se le ha tratado.

'El Lince de Parla' pelea en La Cubierta de Leganés, la que, según su preparador Ricardo Sánchez Atocha, “es su casa”. Lo hará ante Pablo Navascués, inactivo desde 2007, otro de los grandes del boxeo español de los últimos años, aunque a una distancia sideral de Castillejo. ¿El último combate del héroe? Él dice que no, Sánchez Atocha no lo tiene claro: “Él no quiere decir que sea el último, porque no se imagina la vida sin boxear. Es lo que ha hecho toda la vida”, señala. “En cualquier caso, este combate es un homenaje a Javi”.

Una velada histórica
Hace más de tres años que Javier Castillejo no pelea en España. El escaso interés por promocionar las grandes veladas de boxeo en nuestro país le ha obligado a vivir 'exiliado' los últimos momentos de su carrera. Por eso, La Cubierta estará a reventar de gente para verlo, quién sabe si por última vez, encima de un ring.
Castillejo, el ejemplo
“No tenía tantas cualidades como otros boxeadores que he tenido. Pero se lo ha ganado todo: siempre a tope, siempre constante, siempre en el peso. Ni un día ha dejado de estar en forma. En eso es el mejor, no ha habido otro”, dice Sánchez Atocha, a quien en su poco expresivo tono de voz le chorrea el orgullo por su pupilo.
Y es que, como dice Atocha, lo normal es que Javi llevase ocho años en su casa. “Cuando perdió con De la Hoya [en 2001, en Las Vegas, a los puntos por el título mundial del peso medio] ya era mayorcito y tenía mucho dinero. Otro lo habría dejado, pero Javi no. Es un ejemplo para todos los deportistas”, dice.
En aquella velada del MGM Grand de Las Vegas estaba Javier Bardem, recién nominado al Oscar al mejor actor secundario por 'Antes que anochezca', con su bandera de España en la grada, gritando enloquecido. Y seguro que, si está en su mano, se emocionará la noche del sábado viendo, quizá, retirarse a su amigo, la leyenda.

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