martes, 29 de septiembre de 2009

AMATEUR CONTRA CAMPEÓN


Se medían en el Staples Center de Los Ángeles el campeón de los pesos pesados del WBC, el ucraniano de 38 años, Vitali Klitschko, el mayor de los dos hermanos campeones, y el mexico-americano Cristóbal Arreola, de 28, que aspiraba a devolver el título a su país, y de paso, convertirse en el primer campeón de peso pesado, de origen mexicano. Pues bien, ni una cosa ni otra. Niños contra hombres, se dicen en el argot futbolístico cuando se dirime un partido excesivamente desigual. Amateur contra profesional. O principiante contra campeón. Cualquiera de esos dos conceptos vale para el combate del sábado. Salvo los asaltos cuarto y octavo, en los que Arreola, con más corazón que cabeza, conectó algunos golpes de poder, el resto de la pelea fue una exhibición sobrada de recursos y superioridad del ucraniano, que por momentos, ridiculizó al californiano, que a pesar de disponer de una guardia defensiva muy alta, no le servía absolutamente de nada: los jabs de izquierda y los cross cruzados de derecha le aterrizaban una y otra vez en su cara y su nariz, provocando, que con buen criterio, su preparador, Henry Ramírez, detuviera la supuesta pelea, antes de comenzar el asalto 11. Al final, Arreola llorababa como un chiquillo, sabedor de que los sueños, sueños son. Y en cuanto a Vitali, se seguirá aburriendo de ganar, porque el único rival que le pondría en apuros, responde al nombre de Wladimir, y, es casualmente, su hermano pequeño. El combate imposible.

No hay comentarios: