jueves, 19 de noviembre de 2009

El aspirante a rabino cumple un sueño


Mark Lamport-Stokes (REUTERS)
LOS ANGELES.-

Con un corte sobre su ojo izquierdo y un moretón bajo el derecho, el aspirante a rabino y boxeador Yuri Foreman no podía parar de sonreír mientras reflejaba el haber cumplido su tan anhelado sueño.
Nacido en Bielorrusia, el pugilista emigró a Israel junto a sus padres y actualmente, a los 28 años, vive en Brooklyn, donde se convirtió en el primer israelí en ganar un título mundial de boxeo tras una audaz actuación el sábado en Las Vegas.
Boxeador hábil que confía en su técnica más que en su potencia de golpes, Foreman registró una victoria por puntos y fallo unánime sobre el puertorriqueño Daniel Santos para adueñarse de la corona del peso superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
"He tenido muchas peleas y cada una me acercaba un poco más a este sueño", dijo Foreman, una vez prolongado su récord invicto como profesional a 28 triunfos y ninguna derrota, con ocho 'nocauts'.
"Cuando obtuve la oportunidad de [luchar por el] título, realmente me concentré y es muy satisfactorio, porque he soñado con esto desde mi niñez. Estoy muy orgulloso de hacer esto para Israel y Brooklyn, y de demostrar que los judíos pueden pelear", agregó.
La gran noche
Foreman, quien está a un año de alcanzar el título de estudios mesiánicos, sintió que estaba en un mundo de ensueño poco antes de que comenzara su combate a 12 asaltos en el MGM Grand Garden Arena.
"Estaba sentado en el vestuario y me dijeron que en cinco minutos debía subir al cuadrilátero", recordó el flamante campeón. "Pensé: 'En cinco minutos voy a pelear por el título mundial y puedo ganar'. Ese era un sentimiento muy surreal", añadió.
El boxeador israelí finalmente superó claramente a su rival y cosechó los puntos necesarios para ganar, aporreó a Santos hasta voltearlo al final del segundo asalto y luego volvió a tirarlo con una buena derecha en el último capítulo.
"Realmente no lo analizaba en mi cabeza. Sólo quería ir asalto por asalto y estar en el momento. No pensaba en tener control", explicó.
Acoso escolar en Bielorrusia
Foreman aprendió a boxear por defensa propia cuando era un niño que crecía en Bielorrusia tras sufrir acoso escolar en la piscina local. Tenía 11 años cuando sus padres emigraron a Israel buscando una vida mejor y cuatro años después retomó el boxeo.
Pese a llevar dos ocupaciones aparentemente contradictorias, Foreman usa su habilidad para realizar múltiples tareas para combinar el boxeo y sus estudios para convertirse en rabino. "Sólo prueba que puedes hacer muchas cosas, puedes ser un campeón mundial y puedes ser un rabino", señaló. "Puedes realizar múltiples tareas, no tienes que seguir los estereotipos", concluyó.

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