domingo, 6 de diciembre de 2009

EL COMBATE DEL AÑO


DAN RAFAEL

El Plan A supuestamente iba a ver a Paul Williams desafiar al campeón de los medianos Kelly Pavlik en una de las peleas más significativas del 2009.
Pero tras que Pavlik se quitara de la pelea por segunda vez hace un mes, el promotor Dan Goossen acudió al Plan B: Sergio Martínez, el relativamente desconocido pero destacado titular de medianos junior.
El resultado fue sensacional ya que Williams ganó una decisión mayoritaria en una clásica pele de medianos el sábado por la noche en el Adrian Phillips Ballroom del Boarwalk Hall.
Probablemente se haya tratado de la pelea del año.
Fue una pelea de pura acción desde la campana inicial--ambos zurdos sufrieron derribamientos de primera ronda--y nunca se detuvo.
Lo que debiera haber sido una gloriosa noche para el deporte, de todas maneras, quedó empañado por un scorecard indefendible del juez Pierre Benoist, quien la marcó a 119-110 a favor de Williams, logrando que la tribuna de 2,917 fans comenzara a linchar. El juez Lynn Carter la marcó a 115-113 para Williams y Julie Lederman la tuvo a 114-114. ESPN.com la marcó a 114-113 a favor de Martínez en una pelea que sin dudas podría haber sido para cualquiera de los dos boxeadores.
"Yo creí que mi muchacho había ganado por un punto", dijo Lou DiBella, el promotor de Martínez. "Puedo vivir con una ajustada derrota. Puedo vivir con una marca de 115-113 o un empate. Pero no puedo vivir con la marca de 119-109 dada por el juez incompetente -- quien no debiera ser permitido de volver a ejercer como juez de peleas. ¿Acaso hay alguien en la tierra que piense que esa gran pelea haya sido tan desequilibrada? Por Dios".
Dijo Martínez, "Fue un error. Fue un verdadero error. Debiéramos tener una revancha".
Aún Goossen, a pesar de estar contento con la victoria, castigó el resultado.
"Creo que fue una exageración", dijo.
Pero un puntaje horrible no quita que la pelea haya sido espectacular. Sin ningún título en línea, Williams (38-1, 27 KOs) y Martínez (44-2-2, 24 KOs) pelearon por su orgullo y mostraron mucho coraje.
Apenas sonó la campana, ya estaban arremetiendo el uno contra el otro. Primero fue Martínez quien cayó tras un golpe que lo agarró en la zona de la espalda/cuello.
Se volvió a levantar y no parecía estar lastimado y arremetió contra Williams, eventualmente derribándolo con una mano derecha con el sonido de la campana para concluir el round.
El primer round salvaje estableció el escenario para una guerra que fue llevada a cabo al más alto nivel.
"Que pelea, fue un clásico. Fue del nivel de las peleas de Arturo Gatti-Micky Ward", dijo DiBella.
Dijo Goossen, "Fue una gran pelea. ¿Qué puedo decir? Martínez estaba en la pelea. Mostró una fuerza sensacional. Ambos se destacaron".
Un ex dos veces titular welter de Augusta, Ga., Williams ha sido catalogado como el boxeador más temido por algunos, un zurdo de 6-2 pies con el alcance de un cable de teléfono contra el que pocos quieren pelear.
Pero no es como que alguien se estaba apurando para pelear contra Martínez, nacido en Argentina con base en España. Ambos mostraron el porque con sus cualidades y fuerza implacable, y no creo que se vaya a delimitar una línea entre los dos talentos.
"Que mi muchacho haya peleado de esa manera contra un boxeador contra el que nadie quería pelear, subir de peso y dar ese tipo de performance, Sergio Martínez es uno de los mejores boxeadores del mundo", dijo DiBella. "No hay nadie en la categoría de las 154 libras que lo pueda vencer. Podría caminar por sobre Kelly Pavlik".
Ambos boxeadores fueron extremadamente agresivos, pero Williams arremetió con un poco más de poder contra Martínez, 34.
Un accidental choque de cabezas en el cuarto round abrió un profundo corte por sobre el ojo izquierdo de Williams, que sangró a lo largo de la pelea.
Pero eso no detuvo al muchacho de 28 años de edad, que deleitó al público.
"Lo llaman el boxeador más temido del mundo pero yo no tuve miedo en ningún momento de la pelea", dijo Martínez. "Se que es un buen boxeador y un buen golpeador, pero nunca salí lastimado. Nunca me agoté. De hecho quería darle más ritmo a la pelea a fines del encuentro".
Los manejadores de Williams siempre vieron a Martínez como un duro oponente más que al unidimensional Pavlik, y con razón.
Pero Williams no dudó en tomar la pelea, aún con poco tiempo de aviso.
"No me gustan las peleas fáciles. Voy a lo difícil", dijo Williams, quien sin duda consiguió lo que quería.
Goossen podría considerar una revancha, pero preferiría un nombre más importante para Williams.
"Es demasiado temprano para hablar de qué es lo que sigue, pero dos muchachos que hemos perseguido durante un año y medio son Shane Mosley y Bernard Hopkins", dijo. Mosley tiene otra pelea el 30 de enero contra Andre Berto. Creo que podríamos ganar una linda cifra en una pelea con Hopkins en Washington DC, o aquí en Atlantic City. Es una gran pelea y una pelea que Bernard estaría dispuesto a tomar".
¿Qué hay de Pavlik?
"Intentamos realizar la pelea de Pavlik tres veces, pero ya saben lo que sucedió", dijo Goossen. "Lo haríamos pero necesitaríamos un seguro en caso de que decida retractarse una vez más. Y esta vez no hay negociación. Tiene que ser 50-50 o la pelea no se hace".
Pase lo que pase, Williams obtendrá peleas más notables. Probablemente haya ganado muchos fanáticos nuevos con la manera en que peleó. Lo mismo va para Martínez.
Se lo merecen. Y sin importar contra quien peleen, dejemos a Benoist en casa y disfrutemos la acción que se viene.

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