viernes, 23 de enero de 2009

MOSLEY TUVO QUE REPETIR EL PESAJE POR EXCEDER 0,2 LIBRAS


En el pesaje previo de la pelea entre Antonio Margarito y Sugar Shane Mosley, se produjo la pequeña sorpresa de un sobrante de 0,2 libras por parte del californiano, exactamente, dio en la báscula: 147,2 libras, unos gramos por encima de las 147 relgamentarias del peso welter, o lo que es lo mismo,66,678 Kgs. Al cabo de 10 minutos, Mosley volvió a la báscula y dio el límite: 147 libras exactas. Tony Margarito, por su parte, pareció más delgado de la cuenta, pesando 145,8 libras. ¿Con cuánto subirán mañana al ring del Staples Center? Restan 24 horas para saberlo.

A olvidarse de las distracciones



DAN RAFAEL, ESPN.
En el boxeo, la fuerza mental es tan importante como la fuerza física. Y en el máximo nivel, el enfoque perfecto en una determinada pelea puede ser la diferencia entre la gloria y el fracaso.
Toma, por ejemplo, el próximo encuentro entre el titular de peso welter Antonio Margarito y el ex campeón Shane Mosley, quienes se enfrentarán ante un estadio repleto en el Staples Center este sábado por la noche (HBO, 10 ET) en lo que será el primer mega-combate del 2009.
Éste es un caso especialmente interesante en lo que hace a la concentración de los boxeadores.
Ambos púgiles están bien establecidos con sólidos currículos. Margarito, de 30 años, ha ganado versiones del título en peso welter en tres oportunidades; la última fue el pasado mes de julio cuando detuvo a Miguel Cotto en el 11° round de una emocionante batalla que consolidó su presencia cerca de la cima del deporte.
Mosley, potencial candidato al Salón de la Fama, ha ganado campeonatos en tres divisiones diferentes -- peso liviano, peso welter y mediano junior -- durante el transcurso de su ilustre carrera. A pesar de sus 37 años parece conservar toda su fuerza y viene de noquear al ex campeón Ricardo Mayorga en 12 rounds el pasado mes de septiembre.
¿Pero quién de ellos, Margarito o Mosley, estará más concentrado durante este anticipado duelo, que fue negociado durante más de un año antes de llegar al acuerdo en noviembre?
Ambos bien podrían tener otras cosas en la cabeza.
Tras conquistar a Cotto para ganarse el reconocimiento del mundo entero, Margarito llega a la pelea en un buen momento.
Vaya donde vaya, alguien lo reconoce. En los eventos de boxeo, los medios lo acosan. Ha entrado en el Top-10 en la mayoría de las listas libra-por-libra.
"Ahora, adonde quiera que vaya, parece que todos quieren mi autógrafo, todos quieren tomarse una fotografía conmigo", dijo Margarito. "Creo que cada vez se me acercan más personas y puedes ver mi popularidad reflejada en la venta de boletos. Creo que sin duda he dado otro paso en mi carrera".
En Mosley, Margarito se enfrenta a un adversario quien hace dos peleas cayó ante el hombre que él acaba de vencer, Cotto.
¿Es posible que Margarito, estrenando fama y riqueza frente a un adversario que perdió ante el hombre a quien él acaba de derrotar, esté subestimando a Mosley, al menos un poquito?
Después de todo, Bob Arum, promotor de Top Rank, ya está planeando la próxima pelea de Margarito, una revancha con Cotto en junio.
Margarito (37-5, 27 nocauts) insiste que el triunfo sobre Cotto no se le ha subido a la cabeza y que no está pasando por alto a Mosley (45-5, 38 nocauts) por pensar en la revancha ante Cotto.
"No. Eso nunca me sucederá", dijo Margarito. "No voy a decir que es una pelea fácil. Él tiene mucha experiencia y no voy a subestimarlo en ningún momento. En el ring puede pasar cualquier cosa y voy a estar listo para todo.
"Obviamente, entre pelea y pelea tuve muchas cosas que hacer, mucha gente quería que hiciera cosas. Pero siempre me tomo dos meses (para entrenar) para cada pelea. Siempre lo he hecho. Me alejo de todo durante esos dos meses y sólo me concentro en pelear. Eso no va a cambiar. Cuando llega la hora de entrenar, eso es todo lo que hago, entrenar".
Margarito ni siquiera quiso hablar de su revancha con Cotto, que según Arum se llevará a cabo sea cual fuere el resultado de la pelea del sábado, si es que Cotto gana el 21 de febrero ante Michael Jennings.
"Estoy contento de que la gente esté hablando de mí, de grandes peleas, pero ahora mismo estoy concentrado en Mosley y en ganar esta pelea", dijo Margarito.
Sergio Díaz, quien maneja a Margarito junto con Francisco Espinoza, dijo que comprende porqué algunos creen que Margarito no está pensando únicamente en Mosley, pero no está preocupado.
"Ni un poco", dijo Díaz. "Antonio no subestima a sus adversarios. Cuando peleaba en Telefutura o en HBO, sin importar contra quién, entrenaba muy duro para cada uno de sus adversarios. Después del combate ante Cotto, se tomó unas dos semanas libres y luego volvió al gimnasio. Fue difícil para Antonio llegar aquí y él sabe que quedarse será aún más difícil. Esa es su mentalidad. Quiere trabajar aún más para conservar su posición, de modo que la intensidad, el sparring, el trote por las montañas, fue el mismo de siempre.
"Sabe que no puedes subestimar a alguien como Shane. Mira lo que le hizo Bernard Hopkins a Kelly Pavlik. Se suponía que Bernard era este viejo, pero apareció y le dio una lección. Si no tenemos cuidado y Shane se levanta, bueno, creo que aún tiene mucho en el tanque".
Aunque Margarito se ha preparado bajo mayor escrutinio que nunca por el torrente de atención y fama producto de su triunfo ante Cotto, las potenciales distracciones de Mosley son bastante más personales.
Si Mosley se encuentra distraído de cara a esta pelea, no sería una sorpresa, aunque él insiste que ha bloqueado todo.
Está lidiando con muchas cosas.
Sigue pegado en el escándalo de BALCO tras admitir que consumió sustancias provistas por el deshonrado jefe de BALCO, Victor Conte, antes de su segundo triunfo ante Oscar de la Hoya en septiembre del 2003.
Públicamente, Mosley ha negado una y otra vez haber tenido conocimiento de que las sustancias se trataban de esteroides indetectables conocidos como "the cream" y "the clear". No obstante, en uno de sus testimonios ante el Grand Jury publicado recientemente, Mosley reconoció haberse inyectado EPO, el potenciador de oxígeno en sangre que bien podría ser la razón por la que estaba tan fresco al término de la revancha ante De la Hoya. El testimonio también exhibe a un Mosley preocupado por las sustancias que Conte le había suministrado.
A eso súmale su juicio contra Conte por difamación y no sería absurdo pensar que Mosley tiene la cabeza en otro lado.
Y como constante recordatorio de las implicancias legales de su relación con BALCO, Mosley tenía a su abogado, Judd Burstein, sentado junto a él durante la conferencia de prensa del jueves para atender todas las preguntas sobre su situación.

Pero si BALCO fuera todo...
Mosley también llega a la pelea habiendo despedido a su padre, Jack Mosley, para reemplazarlo con Nazim Richardson como entrenador, quien también entrena a Hopkins.
Mosley dijo que la transición se produjo sin sobresaltos. Es la segunda vez que él y su padre se separan.
"(Richardson) ve muchas cosas diferentes, ve muchos videos, muchas peleas amateurs y profesionales", dijo Mosley. "Así que creo que eso me rejuveneció un poco, me devolvió la vida".
Y todavía hay más. El matrimonio de Mosley está hecho pedazos. Él y su mujer, Jin, con quien tiene tres hijos, han estado teniendo problemas desde hace meses.
Jin Mosley manejó los negocios de Shane por varios años, de modo que su ausencia en la conferencia de prensa fue una clara señal.
Mosley asegura que ninguna de estas cuestiones lo han distraído en su preparación para Margarito. Dijo que el aislamiento del campo de entrenamiento en Big Bear, California, lo mantuvo alejado de todo.
"Me alejé de todo el drama", dijo. "Puse [los problemas] en una caja y cerré la tapa. No pienso en eso. Soy la clase de persona que no presta atención a lo que está pasando ni leo al respecto. Cuando me enfoco en el boxeo, sólo hay lugar para el boxeo. Miro videos, me siento y estiro, la pelea pasa a ser todo y dejo de lado todo el resto.
"La gente quiere sacar el tema y yo ni siquiera escucho. Mi mundo es Margarito, el resto no importa".
Jack Mosley se quedó a un lado durante la conferencia de prensa, pero estuvo presente para apoyar a su hijo, aunque haya sido desplazado del rincón.
"Creo que Shane está muy tranquilo y está manejando todo muy bien más allá de lo que la gente dice", comentó. "Es una persona fuerte. Puede funcionar bajo condiciones adversas. Lo que veo y escucho es que se siente bien y está preparado".

AL FINAL, SE DECIDIÓ PACQUIAO Y PELEARÁ CON HATTON



En un dramático cambio de parecer, el rey libra por libra Manny Pacquiao, aceptó el jueves a la noche los términos para enfrentar al campeón welter Jr. Ricky Hatton, le dijo a ESPN.com el promotor Bob Arum.
Un día después que la pelea estaba supuestamente muerta, debido a que Pacquiao no había firmado el contrato para un mega combate el 2 de mayo en el MGM Grand de Las Vegas, previo a la fecha límite fijada por Hatton --obligando al presidente de Golden Boy Promotions, Richard Schaefer a declarar la pelea muerta y cancelar una gira de prensa planeada para la semana entrante-- Pacquiao cambió de parecer, dijo Arum.
"Manny me aseguró que ha firmado el contrato y lo va anunciar a la prensa de Filipinas", dijo Arum.
Los $12 millones garantizados para la pelea --$1 millón más de lo que tuvo asegurado cuando venció a Oscar De La Hoya el 6 de diciembre pasado-- probablemente tuvo mucho que ver en la decisión.
"Creo que todo el mundo (en el equipo legal de Pacquiao) finalmente se dió cuenta la situación de la economía actual", dijo Arum.
Arum le pasó la noticia a Schaefer, quién no quiso confirmar nada hasta que no viera el contrato firmado y hablado con Hatton.
Arum y Schaefer habían acordado originalmente en diciembre, un 50-50 de las ganancias, pero Pacquiao demandó más porcentaje a su favor. Hatton (5-1, 32 KOs) aflojó, aceptando un 52-48 a favor de Pacquiao, pero eso no fue suficiente para el filipino, que quería al menos, el 55 por ciento.
Al final, Pacquiao (48-3-2, 36 KOs) aceptó el 52-48 con algunos otros cambios en el acuerdo, dijo Arum.
"Manny tenía problemas con una parte del contrato, pero lo arreglamos", dijo Arum. "Cambié algo en el contrato, lo cual no te voy a decir que es, pero no me costó nada. Lo arreglamnos".
Arum, que está en Los Angeles promoviendo la pelea del sábado a la noche entre Antonio Margarito y Shane Mosley por la corona mundial welter en el Staples Center, dijo que su abogado recibiría un fax con la confirmación firmada por Pacquiao en las oficinas de Top Rank el viernes en la mañana. Luego, Arum dijo que se lo enviaría a Schaefer, quién a su vez, se lo mandaría al desconfiado Hatton.
Había sido un día de locos antes que Pacquiao aceptara. Arum había dicho temprano el jueves que habló con el consejero de Hatton, Michael Koncz y planeaba volar a Manila el domingo por la noche para reunirse con Pacquiao y tratar un último esfuerzo para que firmara el contrato.
Una media hora después, Koncz llamó por teléfono a Arum desde las Filipinas y le dijo que el viaje no iba a ser necesario porque Pacquiao había decidido no firmar el acuerdo.
Koncz luego sorprendió a Arum, con quién Pacquiao se había negado a hablar en las últimas dos semanas. Puso a Pacquiao en el telefono y los dos hablaron.
"Hablé por telefono con Manny y le dije, 'no puedo creer que esté hablando contigo. ¿Por qué te me estas escondiendo?'. Se rió y me dijo que había aceptado el contrato y lo iba a mandar a mi oficina por fax".
Arum dijo que todo terminó bien.
"Es una cultura diferente y una forma distinta de negociar", dijo. "Y es difícil llegar a un acuerdo por teléfono cuando hay una gran diferencia horaria entre ellos y nosotros en el otro lado del mundo. Es muy difícil hacer negocios asi. Pero Manny ganará la mayor bolsa de su carrera y si la pelea es un éxito como se espera, podría llevarse $20 millones. Está muy contento".
Schaefer había dejado abierta la posibilidad de resucitar la pelea luego de decir que estaba muerta el miércoles, diciendo que a pesar de que iba a empezar a negociar con otros oponentes, todavía se podría hacer la pelea con Pacquiao si éste firmaba el contrato antes que se asegurara aa otro rival.
Y sobre la gira promocional, Arum dijo que se realizará en Inglaterra, la tierra natal de Hatton, con paradas en su ciudad Manchester y Londres la última semana de febrero, seguido por visitas a Nueva York y Los Angeles para promover la pelea en PPV.
Arum dijo que Schaefer está considerando propuestas de HBO y Showtime, cuyos acuerdos incluirían promociones een su cadena hermana CBS.

"Tuvo truco: el suelo estaba muy mullido, nunca salté tanto"



Tomás Guasch 23/01/2009 DIARIO AS.


El 28 de enero de 1983 el boxeador aragonés Perico Fernández se proclamó campeón de España del peso welter al derrotar por KO en el quinto asalto a Alfonso Redondo. Fue su última corona tras haber reinado en Europa y el mundo.
Ese salto mío tuvo truco: el suelo estaba muy mullido, parecía una cama elástica. Fíjense que casi me levanto por encima de la primera cuerda. ¡Yo nunca salté tanto! Me impulsó la alegría que me dio proclamarme campeón de España diez años después de la primera vez y dos pesos más arriba del mío, el ligero, donde empecé... Fue mi último gran triunfo en Madrid y el último título que conquisté".
Así fue. El 3 de marzo de 1973, en su Zaragoza natal, Perico Fernández (10-10-1952) ganó por puntos a Kid Tano el título nacional de los ligeros. El 28 de enero del 83, en Madrid, noqueó a Alfonso Redondo y logró el de los welter. Fue en el abarrotado Poliedro, un circo estable que se ubicaba enfrente de la plaza de Las Ventas. "Yo llenaba siempre", presume Perico. "Redondo era más alto que yo, buen boxeador. Creía que me iba a ganar, pero en el quinto le cacé. Un golpe abajo, al hígado. Si te pegan bien ahí te caes. Te liquidan si te dan en el hígado o en la carótida; se te va el mundo de vista. El combate iba igualado, pero metí una buena izquierda abajo... y se acabó".
¿La pegada se entrena o es un don? Perico no duda: "Es un don, se nace con eso. Yo nunca hice pesas en el gimnasio, por ejemplo. La verdad es que me entrené lo justo. El golpe sale de aquí, del hombro. Mejoras la técnica, pero el pegador lo es desde la cuna".
En el caso de Pedro, desde el hospicio de Zaragoza. "No tuve padre ni madre. Viví allí y, bueno, ¡la de palos que me llevé de crío! Un maestro, que era uno de los jefes, me dio unas palizas tremendas. Hay veces que me lo cruzo por la calle en Zaragoza y me dan ganas de ir por él... A mis doce años me había pegado lo que nadie hizo después en toda mi vida. A mí me animó a boxear un carpintero del hospicio, que era muy aficionado y el que montaba el ring en los combates que se disputaban en la ciudad. Al principio me resistí, pero acabé yendo al gimnasio. A los dos meses, cansado de tanto saco y tanta cuerda, pregunté: ¿boxeo o no boxeo? Me contestaron con un reto: si me entrenaba una semana seguida debutaría. Y así pasó: fue en Torralba de Aragón. Gané por KO aquel mi primer combate. A partir de ahí empezó mi etapa como aficionado. Todo fue bien hasta que un día me peleé en el hospicio y el director, Borrero se llamaba, me echó. Sin preguntar qué había pasado, quién tenía razón. Total, que me vi en la calle. ¿Dónde voy yo sin padre ni madre? me preguntaba angustiado. La solución estuvo en el gimnasio de Martín Miranda, en Torrero".
Miranda fue un personaje clave en la vida de Perico. Lo acogió y fue su mentor a lo largo de casi toda su carrera. "Se lo agradeceré siempre, pero en materia de dineros... Yo nunca sabré lo que gané ni cuánto me llevé ni lo que se llevaron él y Enrique Soria, que me dirigió más adelante. Yo firmaba el contrato y recibía el dinero que ellos me daban. Me empecé a mosquear con ocasión de un combate en Japón: Me dieron un millón de pesetas de finales de los 70, una pasta, pero también supe que la pelea se televisó en directo para todo aquel país lo que supuso mucho dinero al margen de la bolsa. Me gasté todo lo que gan o mejor, todo lo que me dieron. Ahora estoy fastidiado de salud".
Su preocupación.
Perico tiene azúcar. La entrevista se desarrolla en el restaurante El Churrasco de Zaragoza. Miguel Latorre, el propietario, buen amigo, le aconseja un menú a la medida de su dolencia. "Vengo mucho por aquí, también por el Guetaria (otro restaurante de la ciudad) Pero es que ni comer lo que me gusta puedo... Estoy preocupado. El azúcar me ha afectado un ojo y no me permite pintar cuadros. La pintura fue mi otra gran afición y estos años, mi modo de vida. Temo al futuro. Quizá alguien que leerá esta entrevista se acordará de mí...".
Este es el combate de Perico ahora: la vida. Los de antes son inolvidables en la de quienes tuvimos la fortuna de presenciarlos. Su primer gran combate fue con Toni Ortiz. El mejor, según el protagonista, lo libró con el brasileño Joao Henrique. Frente al japonés Lion Furuyama y el tailandés Saensak Muangsuring cinceló su leyenda. Perico Fernández disputó un total de 125 combates en el campo profesional con un balance de 82 victorias (47 antes del límite), 28 combates nulos y 15 derrotas.
"A Toni Ortiz le gané el campeonato de Europa de los superligeros. Yo era campeón de España ligero, título que arrebaté a Kid Tano y lo defendí con éxito frente a José Ramón Gómez Fouz y Manolo Calvo padre, que era muy chulo. "Te voy a pegar", me dijo antes del combate. Y sí, me dio y me hizo mucho daño. Pero acabé noqueándole. Toni era bravísimo. Iba siempre adelante, pegaba y encajaba. Él entró como favorito en la pelea que estuvo muy igualada hasta que en el duodécimo asalto le metí una mano y se cay nadie antes le había derrotado así. Fue el verano del 74 (el 26 de julio concretamente), en Madrid. Más de doce mil personas vieron en directo la pelea".
Tres meses después, el 21 de octubre, Perico se proclamó campeón del mundo superligero al vencer por puntos en Roma a Furuyama. El cetro estaba vacante por la marcha del campeón, el magnífico italiano Bruno Arcari, a un peso superior. Antes, Perico retuvo su cetro europeo ante Pietro Ceru (KO en el segundo asalto), en Viareggio.
"Zaragoza se paralizó la noche del combate con Furuyama", recuerda Perico y confirman Pedro Luis Ferrer, delegado de AS en Aragón, y Mario Ornat: "Fue algo único, de los momentos de más locura deportiva en la historia de la ciudad que tenía por entonces dos ídolos, Perico y Saturnino Arrúa, santo y seña del Zaragoza de los zaraguayos"
Perico se explica: "Furuyama era muy fuerte. En el primer asalto me descubrí, le dije eso de ¡tócame si puedes! y vaya si me tocó. Tan bien que me machacó una costilla. Llegué al rincón y le dije a Miranda, abandono, no puedo. Pero no me dejó. Volví y en el noveno asalto casi lo tiré. Se tambaleó, pero no cayó. Al final le gané por puntos, ¡campeón del mundo! A la vuelta me recibió Franco".
El miedo.
Y casi se arma: "Claro", admite Fernández. "Llegué y me dijo que le hacía mucha ilusión ver que un soldado español se había proclamado campeón de Europa. Estuve a punto de decirle: ¡no me quite usted 'escalones', mi sargento! Pero me contuve, ¡ja, ja!".
Fernández hace un alto en el relato. "Yo era cobardica", sorprende. "Sí, sí. La noche antes de los combates pasaba mucho miedo. Le daba vueltas a la cama preguntándome: ¿Y esté gachó me ganará? Eso siempre y ya de mayor, cuando todo acababa, me sentaba en la ducha, dejaba correr el agua y me preguntaba: ¿por qué sigues peleando, Pedro? ¿No tienes bastante dinero, suficientes golpes encajados? La cabeza se me despejaba camino del ring; entonces me sentía capaz de ganar a cualquiera, por bueno que fuera".
Muy bueno fue el brasileño Joao Henrique, con el que Perico se enfrentó el 19 de abril de 1975 en Barcelona en la primera defensa de su título mundial. "Fue mi mejor combate, sí. Joao era un estilista extraordinario, un atleta fenomenal. Me lo puso dificilísimo". Le preguntamos por aquella costumbre suya de irse contra las cuerdas, refugiarse entre sus brazos y aguantar el aluvión de golpes del contrario. Lo hizo frente Henrique y frente a todos. ¿Táctica?
"No, para nada. Lo hacía para descansar, para que ellos se derrengaran dándome en los brazos. Cuando me sentía mejor salía a por ellos. Me pasó con Joao. Tuve que sacar lo mejor de mi mismo, mi boxeo más académico, para hacerle frente. Lo conseguí y lo tumbé en el noveno asalto. Esa noche me recordó mucho la de Toni Ortiz, la que más había disfrutado. Fue magnífica".
La siguiente no lo fue tanto. El 15 de julio de aquel 1975 Perico puso en juego su título en Tailandia ante el púgil local Saensak Muangsurin. Perdió por KO técnico en el octavo. Pedro se descompone todavía recordando aquella experiencia: "Es que me drogaron". Y lo razona así: "Fue una encerrona. Me drogaron y lo confirma que no hubo antidoping después de la pelea; de haberlo habido se habría descubierto la trampa. Salí a boxear, pero aquel no era yo".
El combate se celebró al aire libre en un campo de fútbol, a más de 40 grados. "Eso ya era un hándicap, pero además me metieron algo en el agua, en la comida... Estaba sin fuerzas. Aquellos días iban a celebrarse unas elecciones en Tailandia y un candidato a la presidencia era el organizador de la pelea: el boxeador local no podía perder; su triunfo suponía que aquel señor llevaba consigo la victoria y así pasó, que acabó ganando los comicios. Jamás debí ir a pelear allí, pero tenía 23 años, ni padre ni madre... Miranda tenía mi patria potestad y me engañó: había un buen dinero, pero a cambio de ir al matadero... Y sí, dos años después me dio la revancha en Madrid y me ganó por puntos. Malo no era Muangsurin... La gente recibió el veredicto tirando sillas y vasos al ring; fue todo muy ajustado".

"Tuvo truco: el suelo estaba muy mullido, nunca salté tanto"


Tomás Guasch 23/01/2009


El 28 de enero de 1983 el boxeador aragonés Perico Fernández se proclamó campeón de España del peso welter al derrotar por KO en el quinto asalto a Alfonso Redondo. Fue su última corona tras haber reinado en Europa y el mundo.
Ese salto mío tuvo truco: el suelo estaba muy mullido, parecía una cama elástica. Fíjense que casi me levanto por encima de la primera cuerda. ¡Yo nunca salté tanto! Me impulsó la alegría que me dio proclamarme campeón de España diez años después de la primera vez y dos pesos más arriba del mío, el ligero, donde empecé... Fue mi último gran triunfo en Madrid y el último título que conquisté".
Así fue. El 3 de marzo de 1973, en su Zaragoza natal, Perico Fernández (10-10-1952) ganó por puntos a Kid Tano el título nacional de los ligeros. El 28 de enero del 83, en Madrid, noqueó a Alfonso Redondo y logró el de los welter. Fue en el abarrotado Poliedro, un circo estable que se ubicaba enfrente de la plaza de Las Ventas. "Yo llenaba siempre", presume Perico. "Redondo era más alto que yo, buen boxeador. Creía que me iba a ganar, pero en el quinto le cacé. Un golpe abajo, al hígado. Si te pegan bien ahí te caes. Te liquidan si te dan en el hígado o en la carótida; se te va el mundo de vista. El combate iba igualado, pero metí una buena izquierda abajo... y se acabó".
¿La pegada se entrena o es un don? Perico no duda: "Es un don, se nace con eso. Yo nunca hice pesas en el gimnasio, por ejemplo. La verdad es que me entrené lo justo. El golpe sale de aquí, del hombro. Mejoras la técnica, pero el pegador lo es desde la cuna".
En el caso de Pedro, desde el hospicio de Zaragoza. "No tuve padre ni madre. Viví allí y, bueno, ¡la de palos que me llevé de crío! Un maestro, que era uno de los jefes, me dio unas palizas tremendas. Hay veces que me lo cruzo por la calle en Zaragoza y me dan ganas de ir por él... A mis doce años me había pegado lo que nadie hizo después en toda mi vida. A mí me animó a boxear un carpintero del hospicio, que era muy aficionado y el que montaba el ring en los combates que se disputaban en la ciudad. Al principio me resistí, pero acabé yendo al gimnasio. A los dos meses, cansado de tanto saco y tanta cuerda, pregunté: ¿boxeo o no boxeo? Me contestaron con un reto: si me entrenaba una semana seguida debutaría. Y así pasó: fue en Torralba de Aragón. Gané por KO aquel mi primer combate. A partir de ahí empezó mi etapa como aficionado. Todo fue bien hasta que un día me peleé en el hospicio y el director, Borrero se llamaba, me echó. Sin preguntar qué había pasado, quién tenía razón. Total, que me vi en la calle. ¿Dónde voy yo sin padre ni madre? me preguntaba angustiado. La solución estuvo en el gimnasio de Martín Miranda, en Torrero".
Miranda fue un personaje clave en la vida de Perico. Lo acogió y fue su mentor a lo largo de casi toda su carrera. "Se lo agradeceré siempre, pero en materia de dineros... Yo nunca sabré lo que gané ni cuánto me llevé ni lo que se llevaron él y Enrique Soria, que me dirigió más adelante. Yo firmaba el contrato y recibía el dinero que ellos me daban. Me empecé a mosquear con ocasión de un combate en Japón: Me dieron un millón de pesetas de finales de los 70, una pasta, pero también supe que la pelea se televisó en directo para todo aquel país lo que supuso mucho dinero al margen de la bolsa. Me gasté todo lo que gan o mejor, todo lo que me dieron. Ahora estoy fastidiado de salud".
Su preocupación.
Perico tiene azúcar. La entrevista se desarrolla en el restaurante El Churrasco de Zaragoza. Miguel Latorre, el propietario, buen amigo, le aconseja un menú a la medida de su dolencia. "Vengo mucho por aquí, también por el Guetaria (otro restaurante de la ciudad) Pero es que ni comer lo que me gusta puedo... Estoy preocupado. El azúcar me ha afectado un ojo y no me permite pintar cuadros. La pintura fue mi otra gran afición y estos años, mi modo de vida. Temo al futuro. Quizá alguien que leerá esta entrevista se acordará de mí...".
Este es el combate de Perico ahora: la vida. Los de antes son inolvidables en la de quienes tuvimos la fortuna de presenciarlos. Su primer gran combate fue con Toni Ortiz. El mejor, según el protagonista, lo libró con el brasileño Joao Henrique. Frente al japonés Lion Furuyama y el tailandés Saensak Muangsuring cinceló su leyenda. Perico Fernández disputó un total de 125 combates en el campo profesional con un balance de 82 victorias (47 antes del límite), 28 combates nulos y 15 derrotas.
"A Toni Ortiz le gané el campeonato de Europa de los superligeros. Yo era campeón de España ligero, título que arrebaté a Kid Tano y lo defendí con éxito frente a José Ramón Gómez Fouz y Manolo Calvo padre, que era muy chulo. "Te voy a pegar", me dijo antes del combate. Y sí, me dio y me hizo mucho daño. Pero acabé noqueándole. Toni era bravísimo. Iba siempre adelante, pegaba y encajaba. Él entró como favorito en la pelea que estuvo muy igualada hasta que en el duodécimo asalto le metí una mano y se cay nadie antes le había derrotado así. Fue el verano del 74 (el 26 de julio concretamente), en Madrid. Más de doce mil personas vieron en directo la pelea".
Tres meses después, el 21 de octubre, Perico se proclamó campeón del mundo superligero al vencer por puntos en Roma a Furuyama. El cetro estaba vacante por la marcha del campeón, el magnífico italiano Bruno Arcari, a un peso superior. Antes, Perico retuvo su cetro europeo ante Pietro Ceru (KO en el segundo asalto), en Viareggio.
"Zaragoza se paralizó la noche del combate con Furuyama", recuerda Perico y confirman Pedro Luis Ferrer, delegado de AS en Aragón, y Mario Ornat: "Fue algo único, de los momentos de más locura deportiva en la historia de la ciudad que tenía por entonces dos ídolos, Perico y Saturnino Arrúa, santo y seña del Zaragoza de los zaraguayos"
Perico se explica: "Furuyama era muy fuerte. En el primer asalto me descubrí, le dije eso de ¡tócame si puedes! y vaya si me tocó. Tan bien que me machacó una costilla. Llegué al rincón y le dije a Miranda, abandono, no puedo. Pero no me dejó. Volví y en el noveno asalto casi lo tiré. Se tambaleó, pero no cayó. Al final le gané por puntos, ¡campeón del mundo! A la vuelta me recibió Franco".
El miedo.
Y casi se arma: "Claro", admite Fernández. "Llegué y me dijo que le hacía mucha ilusión ver que un soldado español se había proclamado campeón de Europa. Estuve a punto de decirle: ¡no me quite usted 'escalones', mi sargento! Pero me contuve, ¡ja, ja!".
Fernández hace un alto en el relato. "Yo era cobardica", sorprende. "Sí, sí. La noche antes de los combates pasaba mucho miedo. Le daba vueltas a la cama preguntándome: ¿Y esté gachó me ganará? Eso siempre y ya de mayor, cuando todo acababa, me sentaba en la ducha, dejaba correr el agua y me preguntaba: ¿por qué sigues peleando, Pedro? ¿No tienes bastante dinero, suficientes golpes encajados? La cabeza se me despejaba camino del ring; entonces me sentía capaz de ganar a cualquiera, por bueno que fuera".
Muy bueno fue el brasileño Joao Henrique, con el que Perico se enfrentó el 19 de abril de 1975 en Barcelona en la primera defensa de su título mundial. "Fue mi mejor combate, sí. Joao era un estilista extraordinario, un atleta fenomenal. Me lo puso dificilísimo". Le preguntamos por aquella costumbre suya de irse contra las cuerdas, refugiarse entre sus brazos y aguantar el aluvión de golpes del contrario. Lo hizo frente Henrique y frente a todos. ¿Táctica?
"No, para nada. Lo hacía para descansar, para que ellos se derrengaran dándome en los brazos. Cuando me sentía mejor salía a por ellos. Me pasó con Joao. Tuve que sacar lo mejor de mi mismo, mi boxeo más académico, para hacerle frente. Lo conseguí y lo tumbé en el noveno asalto. Esa noche me recordó mucho la de Toni Ortiz, la que más había disfrutado. Fue magnífica".
La siguiente no lo fue tanto. El 15 de julio de aquel 1975 Perico puso en juego su título en Tailandia ante el púgil local Saensak Muangsurin. Perdió por KO técnico en el octavo. Pedro se descompone todavía recordando aquella experiencia: "Es que me drogaron". Y lo razona así: "Fue una encerrona. Me drogaron y lo confirma que no hubo antidoping después de la pelea; de haberlo habido se habría descubierto la trampa. Salí a boxear, pero aquel no era yo".
El combate se celebró al aire libre en un campo de fútbol, a más de 40 grados. "Eso ya era un hándicap, pero además me metieron algo en el agua, en la comida... Estaba sin fuerzas. Aquellos días iban a celebrarse unas elecciones en Tailandia y un candidato a la presidencia era el organizador de la pelea: el boxeador local no podía perder; su triunfo suponía que aquel señor llevaba consigo la victoria y así pasó, que acabó ganando los comicios. Jamás debí ir a pelear allí, pero tenía 23 años, ni padre ni madre... Miranda tenía mi patria potestad y me engañó: había un buen dinero, pero a cambio de ir al matadero... Y sí, dos años después me dio la revancha en Madrid y me ganó por puntos. Malo no era Muangsurin... La gente recibió el veredicto tirando sillas y vasos al ring; fue todo muy ajustado".

MOSLEY AFIRMA QUE IRA POR EL INTERCAMBIO DE GOLPES CON MARGARITO


Este jueves 22 de enero en el Staples Center de Los Ángeles, California, se vieron las caras por última vez antes de su pelea de este sábado en ese mismo escenario, el campeón mundial welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el mexicano Antonio Margarito, y su retador estadounidense "Sugar" Shane Mosley, en lo que fue la última rueda de prensa en el mismo escenario del combate.
El evento estuvo muy concurrido, con prensa de habla inglesa y española. Ambos peleadores fueron respetuosos, pero los dos mostraron su confianza en salir con el brazo en alto.
"Mi estrategia la van a mirar este sábado, me siento con mucho poder, una gran condición física, el nocaut, nunca lo busco, llega solito, y si no se da por la vía rápida, tengo suficiente aire para mantener el ritmo por doce rounds, yo ganaré esta pelea, si sale a fajarse, sera una mejor pelea, pero si sale a correr, también tenemos un plan para cortarle el ring en base a presión", dijo Margarito en torno al compromiso.
Por su parte, Mosley aseguró: "Me siento bien, listo, y emocionado para pelear este sábado. Margarito es un tipo muy difícil, que presiona, y tira muchos golpes, pero yo confío en mi experiencia, yo le cambiaré golpes, y buscare el cuerpo, porque para ganarle a Margarito hay que atacarlo".

"Mucha gente dice que mi velocidad ya no es la misma de antes, y yo le digo a esa gente, que ahora estoy mas rápido, que cuando le gané a Oscar De La Hoya, y lo verán este sábado", reiteró el "Sugar".

El pesaje oficial sera este viernes en la plaza NOKIA, frente al Staples Center, a las 3:00 p.m., tiempo de California (00,00 hora española)

Esta es la cartelera completa:

Campeonato mundial welter de la AMB
Antonio Margarito vs. Sugar Shane Mosley
Tijuana, México Pomona, Ca.
37-5-(27 kos) 45-5 (38 kos)

Peso medio, 4 rounds
Matvey Korobov vs. José Florentino
Rusia Indianapolis

Peso superpluma, 4 rounds
Brian Ramírez vs. TBA
Los Angeles

Peso superpluma, 10 rounds
Robert Guerrero vs. Edel Ruiz
Gilroy,Ca. Los Mochis, Mex.

Peso superwelter, 8/10 rounds
Saúl Román vs. José Varela
Los Mochis Nicaragua

Peso ligero, 6 rounds
Adrien Broner vs. José Lugo
Cincinati, OH Los Mochis, Mex.

Peso pluma, 4/6 rouns
Jerry Belmontes vs. Jesús Hernández
Corpus Christi, TX. Riverside, Ca

Peso ligero, 6 rounds
Juan Carlos Salgado vs. Christian Favela
México City, Mex. Los Mochis, Mex.

La primera pelea iniciará a las 3:45 p.m.,hora de Los Ángeles, California (00,45 hora española).

AHORA DICE PACQUIAO QUE ÉL YA HA FIRMADO LA PELEA CONTRA HATTON


Por NotiFight.com


Según una información del periodista filipino Dong Secuya, publicado este jueves en PhilBoxing.com, el campeón mundial ligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el filipino Manny Pacquiao, acepto los últimos términos de la oferta de enfrentar al ex doble campeón mundial británico, Ricky Hatton, el próximo 2 de mayo en el MGM Garden Arena de Las Vegas, Nevada.
La decisión de Pacquiao fue confirmada a PhilBoxing.com, por el asesor y amigo de Pacquiao, Rex 'Wakee' Salud. Pacquiao acepto la oferta de 12 millones de dólares garantizados y una repartición de las ganancias del PPV de 52-48, a favor del filipino.
Ayer jueves, se reporto que la negativa de Pacquiao para aceptar los términos pactados, había arruinado el combate planeado para el 2 de mayo entre él y Hatton. Todavia estar por verse si los promotores estab dispuesto ahora a aceptar la decisión oficial de Pacquiao y volver a anunciar la pelea.
Los promotores de los dos boxeadores dijeron el miércoles que la pelea está suspendida, con pocas posibilidades de reposición. "Nunca hay que decir nunca, pero en este momento está suspendida", declaró Bob Arum, quien promueve al filipino, en ese entonces.
Según Arum, el acuerdo original era que los contendientes se repartieran 50-50 la bolsa y que Pacquiao tuviera una garantía de 12 millones de dólares. El convenio se vino abajo cuando Pacquiao exigió un porcentaje mayor. Un nuevo acuerdo le otorgaba el 52% de la bolsa por la pelea que estaba prevista en Las Vegas.
Pero Arum señaló que no podría conseguir que Pacquiao firmara el nuevo trato, y que el promotor de Hatton, Richard Schaefer, de la promotora Golden Boy Promotions, decidió el miércoles cancelar los preparativos para la pelea.
"Francamente, estoy disgustado por el comportamiento de Manny Pacquiao", dijo Schaefer, en una entrevista esta semana con Los Angeles Times. "Es un muchacho malcriado que no sé en qué está pensando. Todo esto ha sido una pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo."
Pacquiao apabulló el 6 de diciembre a Oscar De La Hoya en una pelea en la división welter y es considerado por muchos entendidos como el mejor peleador libra por libra del mundo
Este jueves, Pacquiao divulgo un comunicado de prensa culpando al promotor Richard Schaefer de actuar como un "aristócrata" y de "mal negociante".
"Quiero pelear con Ricky Hatton si los términos son correctos y justos. Modestia aparte, no me he convertido en el mejor boxeador libra por libra para pelear contra tontos", dijo Pacquiao en el comunicado.
El filipino salió al paso de las declaraciones de Schaefer al señalar: "Derroté a Oscar de la Hoya cuando dijo que estaba en el tope de sus facultades. Probé que puedo pelear en cualquier categoría y gané dos títulos en divisiones diferentes, todo eso el pasado año…Encuentro las acciones y las palabras de Schafer muy aristocráticas. Está actuando de forma infantil y poco profesional, al no poner los méritos en la mesa de negociaciones."
"Dijeron que yo no quería firmar el contrato, y que tenían una pelea en las islas británicas con 80 mil personas. Ahora es claro que es un mentira", añadió Pacquiao. "Ahora están diciendo que (Oscar) De la Hoya puede pelear (contra Hatton), o Floyd Mayweather. Yo digo que Schafer es un mal negociante."