miércoles, 7 de abril de 2010

Mis pensamientos semanales...


DAN RAFAEL

Todavía sigue con algo de depresión luego de la revancha de la semana pasada entre Bernard Hopkins y Roy Jones. Qué pelea repleta de faltas y qué escena tan triste en Las Vegas, donde el Mandalay Bay se sintió más como una casa funeraria que la sede de una gran pelea.
Tuve que asistir porque es mi trabajo cubrir boxeo y por el respeto que les tengo a Hopkins y Jones, dos grandes de todos los tiempos a quienes he seguido durante años. Quería ver, para mejor o peor, cómo terminaría su rivalidad. Resultó ser para peor con una semana que culminó apropiadamente, supongo, cuando mi vuelo a casa el domingo se vio retrasado por más de dos horas (Al menos conseguí un mejor asiento). Aunque no me gustaba la idea de una revancha a esta altura de sus carreras, especialmente luego que Jones sufriera una derrota en el primer round ante Danny Green en diciembre, el deber me llamó. Me sentí como un reportero novato durante una semana porque ningún periodista de los medios nacionales ni columnistas apareció hasta el día antes de la pelea. Si la pelea se hubiera llevado a cabo unos años antes, hubiera sido un evento enorme. En cambio, fue un desastre de todas las formas imaginables.
La conferencia de prensa final del miércoles fue patética. Hubo pocas cámaras y ningún otro miembro legítimo de la prensa que haya reconocido. La forma que las cosas funcionan en un programa habitual es que las cámaras se queden con un boxeador mientras los reporteros de internet y prensa escrita entrevistan al otro. En este caso, un par de cámaras fueron con Jones y yo me fui con Hopkins. Estas cosas suelen ser habitualmente un caos. Pero cuando caminé hacia Hopkins, estaba solo. ¿Una exclusiva en una conferencia de prensa? Nunca vi algo así antes. Fue raro. Incluso Hopkins parecía sorprendido.
El centro de prensa tenía el aspecto de una gran pelea, pero adentro estaba desolado, casi tenebrosamente vacío. Más allá de algunas personas trabajando para los promotores y HBO PPV, el lugar era la morgue. Me podría haber acostado en el medio del salón y nadie me hubiera tocado.
El jueves a la mañana, asistí a la conferencia de prensa del semi fondo. Y el evento principal entonces lució como una mega pelea. Conté literalmente 28 personas, y la mayoría estaba relacionada con la promoción. Creo que había dos cámaras. A medida que los promotores y los boxeadores se iban acercando al micrófono, me iba preguntando, "¿Quiénes son estas personas?".
Y en la noche de la pelea, el estadio nunca se llenó, nunca tuvo sensación de electricidad -- incluso con montones de entradas gratis o con mucho descuento disponibles. Y el evento principal, Hopkins-Jones, para el cual tenía muy bajas expectativas, resultó peor de lo esperado.
Jones demostró que no le queda absolutamente nada. Hopkins tiene más, pero no mucho más. Ambos terminaron en el hospital luego de una abominable pelea repleta de faltas (una, la cual el árbitro, Tony Weeks manejó muy bien). Fue una reacción muy negativa de la prensa y los fanáticos y Jones y Hopkins son los culpables, porque fueron sus propios egos y avaricia los que evitaron que la pelea se realizara cuando realmente hubiera importado.
El PPV, frente al Final Four y el fin de semana de pascuas, obviamente fracasó. Todos con los que hablé detrás de escena me dijeron que no llegará a las 100 mil compras. Si ese es el caso, Jones no cobrará un centavo por la horrible estructura de convenio que aceptó, una que le da a Hopkins los primeros 3.5 millones en ganancias.
Quizás ni siquiera hayan generado 3.5 millones, pero al menos Hopkins tenía una garantía de Golden Boy de 750 mil dólares, que estaba incluida en su contrato.
El contrato de Jones no tenía bolsa porque sólo ganaba dinero si la promoción generaba más de 3.5 millones. Posiblemente sea el peor acuerdo que haya visto desde que Hasim Rahman rechazó algo así como 16 millones y múltiples peleas garantizadas de HBO por una revancha con Lennox Lewis para firmar con Don King, e igualmente terminó enfrentando a Jones en una revancha ordenada por la corte por menos dinero.
Luego que Hopkins-Jones piadosamente terminó, parecía apropiado que no haya habido conferencia de prensa post-pelea, dado que ambos muchachos terminaron en el hospital. ¿Qué más se puede decir?
Aquí va algo que los fanáticos del boxeo encontrarán interesante: escuché de múltiples fuentes que el titular welter Jr. Tim Bradley no enfrentará a Luis Carlos Abregú en una pelea sin títulos en juego de categoría wélter el 19 de junio en HBO. En cambio me dijeron que las partes están trabajando fuertemente para conseguirle una defensa a Bradley ante el excitante Marcos Maidana, quien lució grandioso en HBO hace dos semanas. Esa es una pelea tremenda en la división más profunda del boxeo. Esperemos que se concrete.
Tuve la oportunidad de hablar con Antonio Tarver el viernes pasado en Las Vegas, donde Tarver estaba trabajando como comentarista en la tarjeta de "ShoBox" (por cierto, es muy bueno en ello). Tarver predijo que Hopkins ganaría y dijo que quería una revancha con él. Gracias a Dios, no siempre puedes obtener lo que deseas.
Hubo tres cosas positivas en la tarjeta Hopkins-Jones: 1. Pienso que Sergio Mora lució muy bien, especialmente considerando que no había peleado en 19 meses. 2. Creo que el prospecto medio pesado Ismayl Sillakh lució prometedor. 3. Siempre es divertido ver el debut profesional de un reconocido prospecto, como en este caso, Frankie Gómez. Te da esperanza para el futuro.
Memo a Demetrius Andrade: ¡Dime que soy el mejor!
¿Si Joan Guzman firmó para enfrentar a Jose Luis Castillo como wélter, se medirían como medianos?
¿Quién lanza menos golpes? ¿Arthur Abraham, Joshua Clottey o Rocky Juárez?
Todavía recibo comentarios de gente que cree que Andre Dirrell estaba actuando cuando recibió un golpe de Abraham mientras estaba en la lona tras un resbalón en el 11º round en una pelea del Super Seis. Incluso los participantes del torneo, Mikkel Kessler y Allan Green dijeron que pensaban que estaba actuando. Por empezar, ¿por qué Dirrell actuaría? Estaba ganando fácil la pelea y no necesitaba una descalificación para ganar. Y quizás se perdieron la cobertura post-pelea en la que a Dirrell se lo notaba totalmente perdido y su médico estaba procupado por un daño cerebral. Eso no es broma. Afortunadamente, Dirrell está bien, pero los boxeadores y los fanáticos que lo cuestionan deberían avergonzarse.
Fue decepcionante escuchar a Joe Calzaghe admitir que ha consumido cocaína desde su retiro, en parte porque le estaba costando comprender que su carrera había terminado. Saben que es cuestión de tiempo para que vuelva a pelear, especialmente con Golden Boy tan interesado en promocionar otra de sus peleas.
Nunca he sido fanático de las peleas de John Ruiz, aunque a nivel personal, siempre me ha agradado. A pesar de las críticas masivas que recibe de los fanáticos y la prensa por su inmirable estilo, él siempre lo ha soportado y al menos en lo que parece haber sido su última oportunidad por el título ante David Haye, Ruiz peleó como un hombre. Aunque sufrió cuatro caídas y eventualmente fue detenido en el noveno round, dio la mejor pelea que pudo y no se contuvo en ningún momento. Si se retira, lo cual es posible, no tiene nada de qué avergonzarse. Contra todos los pronósticos, ganó dos cinturones de los pesados, peleó en varias peleas importantes y ganó buen dinero. Creo que Ruiz le sacó frutos a su poco talento como ningún otro boxeador que he seguido, y lo digo como un cumplido.
Me impresionó la forma en que Haye peleó con Ruiz, pero igualmente creo que perdería tanto con Wladimir como con Vitali Klitschko.
Esperemos que Edwin Valeropueda poner su vida bajo control antes de que algo realmente malo le suceda.
En caso que se lo hayan perdido (si les importa), el ex campeón pesado Rahman, peleando por primera vez desde que fue destruido por Wladimir Klitschko en diciembre de 2008, logró una victoria por nocaut en el primer asalto ante Clinton Boldridge (9-16-1) en Kansas City, Mo., el 26 de marzo. ¿Cómo pudieron aprobar esa pelea tan despareja? Boldridge, de 43 años, ha sido noqueado en todas sus derrotas. Si compraste un ticket, creo que puedes reclamar por fraude. Ahora Rahman, a quien me topé en Hopkins-Jones, dijo que podría enfrentarse con un viejo rival, David Tua, por tercera vez este verano. A esto se ha remitido la división pesada.
¡Felicitaciones Duke! He sido fanático del básquetbol de Duke desde mediados de los '80s, por eso fue especial verlos ganar el lunes por la noche a los Blue Devils y su entrenador Mike Krzyzewski su cuarto título nacional ante el notable equipo de Butler. Fue realmente un juego grandioso e increíble ver ganar a Duke un título en una temporada donde no se esperaba. No veo la hora de ir a comprar mi gorra de campeón.

DVD de la semana: Recibí un disco de un amigo de una pelea que me prometió que valía la pena ver. Y estaba en lo cierto. Fue el 19 de octubre de 1985, en Monte Carlo, donde el hombre de Chicago, Lee Roy Murphy, hizo su segunda defensa del título crucero ante Chisanda Mutti de Zambia. ¡Diablos, qué pelea! Fue un verdadero festival en una batalla terrible, pero el final fue lo que lo convierte en un clásico. En una escena casi idéntica al final de "Rocky II", ambos conectaron con duros golpes en el 12º round (era a 15) y cayeron legítimamente en un doble caída. El árbitro Larry Hazzard le contó a ambos, pero Murphy pudo ponerse en pie mientras que a Mutti lo venció la cuenta.

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