lunes, 24 de mayo de 2010

UN COMBATE QUE SOBRÓ




JOSÉ MANUEL MORENO. BOXEO VELEÑO.

Qué pena de trilogía. Una de las más gloriosas del boxeo de todos los tiempos. La de dos guerreros con clase como Israel Vázquez y Rafael Márquez. Los dos emocionaron al mundo con tres asombrosas batallas entre 2007 y 2008. A qué demonios venía una cuarta entrega de esta rivalidad entre mexicanos, después de unas operaciones muy delicadas en la retina del “Magnífico” Vázquez. La cara de Israel cuando salía al ring del Staples Center de Los Angeles, lo decía todo. El rostro confiado de otras ocasiones, era un rostro triste y preocupado. Márquez, por el contrario, aunque tres años mayor, 35 por 32 años, estaba con la mirada del que se sabía seguro ganador, para empatar la serie. El combate tuvo poca historia, los cuatro minutos hasta que un gancho de derecha de Márquez le abría el párpado izquierdo a Vázquez, que siempre ha tenido en sus cejas y párpados enemigos más grandes que sus propios oponentes. Para colmo de males, un choque brutal de cabezas en el tercer asalto, dejó al “Magnífico” sin ver la cantidad brutal de golpes que le enviaba su “querido” enemigo. Raúl Caíz Jr., tras una primera caída, paró el simulacro de pelea, que dejó con mal sabor de boca a los 9.000 asistentes y a los buenos aficionados. ¿Valen la pena los 800.000 $ que ganó Vázquez para poner en riesgo su vista y su vida? Frank Espinoza, su manager, ya ha dicho que no, que el que piense en una horrible quinta pelea, se dedique a pensar en otras cosas menos perniciosas. Esta es la historia de un combate que sobró en la historia del boxeo.

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