sábado, 27 de noviembre de 2010

¿CUANDO PARAR UNA PELEA?


Estewil Quesada F.
Redactor de EL TIEMPO Barranquilla

La paliza de Manny Pacquiao al mexicano Antonio Margarito, el pasado 13 de noviembre, trajo de nuevo a la palestra esa obligada pregunta cada vez que hay muerte en el ring o en casos como este en que el filipino ganó el vacante cinturón superwelter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
"El árbitro debió parar la pelea en el octavo asalto, pero antes de responsabilizarlo creo que se debe juzgar a la esquina del mexicano", expresó Leonel Mercado, oficial del Colegio de Jueces y Árbitros de Boxeo Profesional del Atlántico, sobre la actuación de Laurence Cole, el tercer hombre sobre el ring en Arlington (Estados Unidos).
En los seminarios de oficiales del cuadrilátero en las diferentes convenciones, los organismos mundiales recalcan sobre la concentración, atención y oportunismo del árbitro para detener el combate porque, por ser un deporte de contacto, el riesgo de lesiones o muerte es mayor.

¿Por qué Cole permitió la masacre?
Él, de Texas, es un hombre sin mayor experiencia en grandes combates mundiales y hace parte de un estado fronterizo de EE. UU. con México, donde, al igual que en el Lejano Oriente, son oficiales duros para detener un pleito.
Recuerdo todavía los gritos '¡Párala, párala!' de los aficionados de ring side en Inglewood, en la gran ciudad de Los Ángeles, cuando nuestro Miguel 'Happy' Lora cubrió de sangre el rostro de Albert Dávila, el lunes primero de agosto de 1988 en defensa del título mundial gallo del CMB. El californiano John Thomas jamás intentó suspender. Sanguinario, titulamos aquella vez.
Y antes, el 2 de agosto de 1980 en Detroit, vimos por televisión como Thomas Hearns puso a bailar al mexicano 'Pipino' Cuevas y cuando éste se levantó en malas condiciones el árbitro surafricano Stanley Christodoulou autorizó seguir. Iba a la guillotina. Afortunadamente su director técnico Lupe Sánchez evitó una tragedia.
Una mala actuación arbitral lleva a la muerte, como lo permitió Ruby Goldstein al dejar que Emile Griffith, 'El primo' de Rodrigo Valdés, conectara 18 derechazos seguidos a un indefenso Benny 'Kid' Paret, el 24 de marzo de 1962 en el Garden de Nueva York. El cubano entró en coma y falleció días después. Nelson Rockefeller, gobernador de Nueva York, ordenó una investigación con resultados en 24 horas.
La Comisión Atlética Estatal declaró inocente a Goldstein. Pero las imágenes son claras: estaba cerca y pudo parar a tiempo.
El afamado periodista Norman Mailer, presente en aquella pelea, escribió después: "Quedé hiptonizado... Nunca había visto a un hombre golpear a otro con tanta fuerza y tantas veces...".

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