domingo, 17 de abril de 2011

POCO PÚBLICO PARA UN GRAN ESPECTÁCULO


Jesús Mínguez As.com

La velada del pasado en viernes en la La Cubierta tenía un cartel difícilmente mejorable en España. Kiko Martínez, el pequeño guerrero de 25 años, se proclamó campeón de Europa del supergallo con un KO. Pablo Navascués optaba al cinturón de UE del medio y se encontró con el campeón polaco Grzegorz Proksa, que demostró estar en sazón y le infligió un espectacular KO en el noveno round. Gabriel Campillo, doble campeón del mundo del semipesado, volvía a boxear en Madrid y pese a que su rival Belosphapkin no era nada del otro mundo (KOT en el 5º) siempre es un gusto verle sobre el ring. Rubén Varón, elegancia y experiencia, se llevó una espectacular pelea a los puntos contra Dani Pérez, una roca que aguantó erguido la tormenta. David Quiñonero, en el crucero, mandó a la habitación del sueño a Ali Ismailov, su 25 victoria antes del límite en 26 combates. Y una promesa, Sergio Romero, ganó a otra, ‘Maravillita’ Sánchez.


¿Se puede mejorar esta reunión de púgiles en España, con dos títulos en juego, buenos cruces entre nacionales y solo el lunar del flojito rival de Campillo? Difícilmente. Y, sin embargo, en La Cubierta de Leganés habría unas 3.000 personas. Lleno en las sillas de ring y muchísimo cemento en las gradas de la plaza (entradas a 20 eurillos ahí). El mismo fin de semana, en A Coruña, en el Nacional del superwelter que ganó Iván ‘Dinky’ Sánchez a Luis Crespo hubo 2.000 aficionados, con un cartel mucho menos rematado. Lo que se daba a cambio (con todo el respeto, por supuesto, para los boxeadores de A Coruña) no era proporcional a la cantidad de público que entró en ambas.
Ricardo Sánchez Atocha (Rimerbox) y Jose Valenciano (Barceló) están arriesgando con su alianza para conseguir buenos espectáculos y montar una velada como la de Leganés cuesta mucha pasta. Hay que ganar las subastas, alquilar la plaza, pagar las bolsas de los púgiles, un sueldecillo a mucha gente… Vamos, más de 120.000 euros me dicen ¿Qué pasó? Pues que la velada al final se televisó. La cadena que lo emitió es de suponer que también pondría dinero, pero me da que entre taquilla y la tele no dio para cubrir gastos. Lo que debería ser una satisfacción, que se televisara un gran espectáculo, al final fue un lastre.
Queremos que se den veladas por televisión porque es el único modo de sacar al boxeo del anonimato, pero no hay que dejar de asistir a las veladas. Si esto continúa así los promotores se cansarán de arriesgar su dinero para nada. Si de verdad hay afición en España (y creo que la hay, por ejemplo en AS.com las noticias de pugilismo generan una riada de entradas y comentarios) hay que mojarse e ir a apoyar los espectáculos in situ. De otro modo, habrá otro paso atrás. Soñamos con ver a Gabriel Campillo volver a hacer el Mundial, soñamos con que sea en casa, pero experiencias como la del viernes no ayudan a ello. Permítanme, pues, el tironcete de orejas a los aficionados de Madrid. Para la próxima, tenemos que ser más.

PD: Creo que ayudaría también a la asistencia de aficionados unos horarios más racionales. No es de recibo que el combate de Kiko acabara cerca de las 02:30. El boxeo está relacionado con la nocturnidad (no con la alevosía), pero tanto…

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