domingo, 13 de noviembre de 2011

BRADLEY SE DESHIZO DE CASAMAYOR


Diego Morilla


Hay peleas en las que el proverbial "traspaso de la antorcha" de un púgil veterano a uno más joven se produce de manera dolorosa y controvertida. Pero hay otras en que esa ceremonia es inapelable y clara, y que no deja lugar a mayores dudas.
Eso fue lo que sucedió en el pleito preliminar al combate estelar de la velada, en el cual el zurdo cubano Joel Casamayor (38-6-1, 22 KOs), medallista olímpico dorado y ex campeón mundial en dos divisiones, cayó sin atenuantes por nocaut técnico en nueve asaltos ante el campeón mundial de la OMB en el peso welter Jr. Timothy Bradley (28-0, 12 KOs), oriundo de Palm Springs, California en un pleito pactado a 12asaltos con el título en juego.
Desde el inicio, el dominio de Bradley fue manifiesto desde su rapidez de manos y variedad de repertorio. Los golpes del californiano conectaban a voluntad ante un Casamayor que lucía fuera de su elemento, y al que le tomó al menos tres asaltos para comenzar a montar algún tipo de ofensiva.
Ya en el cuarto, Casamayor perdió un punto por amarrar demasiado a su rival. En el quinto y sexto Casamayor visitó las lonas gracias a sendos golpes al cuerpo, a pesar de que la caída del sexto asalto pareció ser producto de un resbalón. Con las tarjetas definitivamente volcadas a su favor, Bradley se dedicó a montar un soliloquio de golpes desde todos los ángulos, sin demasiada potencia pero con clarísima puntería. La acumulación de castigo se fue sintiendo sobre el cubano, y mediando el noveno asalto, un gancho de izquierda al cuerpo lo depositó en las lonas para un conteo que el réferi Vic Drakulich no pudo culminar. Y eso fue porque hacia el final de ese conteo, el veterano entrenador y curador de cortes argentino Miguel Díaz subió a la falda del ring con su toalla en manos para pedir el final del combate.
Casamayor deja el ring con su futuro ensombrecido por una derrota que podría encaminarlo hacia el final de su ilustre carrera.

El choque previo fue un combate a 10 rounds por el título latino FIB en el peso súper ligero entre Breidis Prescott (24-4, 22 KOs), oriundo de Barranquilla, Colombia, y el invicto Mike Alvarado (32-0, 22 KOs), nativo de Denver Colorado.
Como todo choque entre dos prospectos en alza, el pleito prometía fuegos de artificio de principio a fin, y eso mismo fue lo que recibieron los fanáticos presentes cuando Prescott, dominando el combate desde el inicio con su mejor boxeo de distancia, y luego conectando con mayor precisión y potencia en el cuerpo a cuerpo sobre la segunda mitad, terminó siendo noqueado por un Alvarado que se supo en peligro desde el primer momento de la pelea, cuando un golpe de Prescott le abrió un tremendo corte sobre el labio que tiñó de rojo los cuerpos de ambos púgiles. Peleando con una clara sensación de desesperación en el último y definitorio asalto, Alvarado comenzó a conectar uppercuts de tremenda potencia, descuidando por completo su defensa para hacer un último intento por mantener su invicto con un triunfo antes del límite. Logró derribar sonoramente a Prescott al inicio del pleito, y luego de una violenta seguidilla de puños que pasearon a Prescott por todo el ring, el réferi Jay Nady detuvo el pleito y desató la euforia de una multitud que ya se encontraba de pie desde el comienzo del asalto, alentando al que se perfilaba como perdedor. Las tarjetas, al momento de la detención del pleito, favorecían al colombiano por un margen promedio de 4 puntos.
En el primer combate de la transmisión televisiva, el tijuanense Juan Carlos Burgos (28-1, 19 KOs) derrotó por escaso pero claro margen al puertorriqueño Luis Cruz (19-1, 15 KOs) en un choque pactado a 10 rounds en el peso súper pluma.
Renovando la siempre candente rivalidad entre Puerto Rico y México con un pleito intenso entre dos promesas necesitadas de imponerse de manera decisiva para así pasar al siguiente nivel, Burgos y Cruz se lanzaron al ataque desde el comienzo del pleito, donde Cruz lastimó a Burgos en el mismo primer asalto con duros golpes que le causaron lesiones en la nariz y el rostro. Burgos devolvió las gentilezas con durísimos ganchos de izquierda que sacudieron con fuerza a Cruz en el tercer y quinto asaltos, pero luego el pleito se emparejó hacia el final. Las tarjetas reflejaron esa paridad, con el juez CJ Ross viendo el combate empatado en 95 puntos por lado, mientras que Duane Ford la tuvo en 98-92 y Ricardo Ocasio en 97-93 para el mexicano Burgos, que así reencamina su carrera y le aplica un decepcionante revés al pupilo de Miguel Cotto.
En el combate anterior, el neoyorquino Ayi Bruce (13-5, 6 KOs), originalmente oriundo de Ghana, cayó por nocaut en siete rounds ante el experimentado veterano filipino Dennis Laurente (38-3-4, 20 KOs) en un combate pactado originalmente a 8 rounds en el peso welter. Laurente sorprendió a Bruce al encimarlo desde el comienzo con una andanada de golpes en el rango corto y medio, de implacable continuidad, ante un Bruce desorientado y volcado a la defensiva. El pleito se puso interesante en el quinto asalto con varios intercambios interesantes, pero mediando el séptimo round, una derecha cruzada de Laurente sorprendió a Bruce entrando de lleno al ataque, y el púgil africano terminó de espaldas en las lonas donde escuchó la cuenta completa de parte del réferi Robert Byrd.
Antes de eso, el boricua Sammy Santana (4-5-2, 0 KOs) fue derrotado por José Benavidez Jr. (14-0, 12 KOs), oriundo de Phoenix, Arizona, en un pleito pactado a 6 rounds en el peso súper ligero. La amplia brecha en experiencia y talento boxístico fue achicada por la enorme voluntad de pelea de Santana, que vendió cara su derrota con una actuación de mucho coraje a pesar de sus limitadas herramientas técnicas y físicas. Benavidez es una joven promesa que mantuvo su invicto con una labor medida y metódica, sin estridencias pero con mucha efectividad. Santana visitó las lonas dos veces en el primer asalto, una vez en el segundo y otra en el cuarto, y ese desempeño quedó reflejado en tres idénticas tarjetas de 60-50 a favor de Benavidez, un prospecto que se perfila como muy promisorio en el futuro a mediano plazo.
En otro evento preliminar, pactado a cuatro asaltos en el peso pluma, José García (0-4), oriundo de King City, cayó ante el debutante Víctor Pasillas, de East Los Angeles, en un duelo entre californianos que terminó en manos del novato del dúo. Las tarjetas fueron idénticas de 40-36 para Pasillas, que cuenta con una buena trayectoria en el boxeo aficionado como respaldo de su buen boxeo y su respetable pegada.
En el primer combate de la jornada, el texano Joseph Ríos (10-6-2, 4 KOs) cayó por fallo unánime ante el filipino Fernando Lumacad (25-3-3, 12 KOs) en un combate pactado a 8 rounds en el peso súper pluma. Ríos cayó tras una tremenda derecha en contragolpe en el quinto asalto, pero Lumacad no supo liquidarlo. Finalmente, tras un combate que fue parejo por momentos y lleno de muy buena acción de ambos lados, los jueces entregaron tarjetas de 77-73, 77-74 y 76-73, todas a favor de para Lumacad.

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