sábado, 26 de noviembre de 2011

"CANELO" VA POR OTRO PASO ANTE CINTRÓN


DIEGO MORILLA ESPN.com

El fino arte de armar la carrera de un púgil talentoso y redituable en partes iguales es uno de los grandes secretos del boxeo. Determinar cuándo es el momento exacto para subir de nivel de oponente sin destruir lo construido anteriormente es una tarea que implica una habilidad especial y un dominio fino del negocio boxístico. En el caso de Saúl Canelo Álvarez (38-0-1, 28 KOs), ese arte se manifiesta de manera ejemplar.
Hasta hoy, el joven y carilindo campeón de origen jalisciense ha dado pasos firmes y graduales en su ascenso a la cima de los rankings mundiales, seleccionando rivales que fueron presentando desafíos a la altura de su habilidad, pero sin mayores riesgos para su récord invicto. Pero ese camino podría dar un giro este sábado, cuando Álvarez, con apenas 21 años cumplidos, choque con el veterano ex campeón mundial de origen boricua Kermit Cintrón (33-4-1, 28 KOs) en lo que bien podría representar su salto hacia mayores retos futuros.
De todas las peculiaridades estadísticas del combate de este sábado entre Álvarez y Cintrón, quizás la más sorprendente es la paridad entre ambos en lo que hace a cantidad de combates durante sus respectivas carreras (38 para el puertorriqueño Cintrón, 39 para el mexicano Álvarez) y la amplia disparidad en edades (32 años de edad para el boricua, apenas 21 para el jalisciense). Durante los primeros cinco años de su todavía floreciente carrera, Álvarez promedió un insólito total de 6 peleas por año, algo inusual para un prospecto con tanto valor comercial como boxístico, que usualmente son cuidados y llevados entre paños y algodones hasta que alcanzan su plenitud. Los riesgos que ha ido asumiendo Canelo han sido controlados y medidos con mucha cautela, y a lo largo de los años el actual campeón súper welter del CMB se transformó en una suerte de especialista en peleadores de segunda línea, incluyendo victorias ante los hermanos y primos menos talentosos de otros boxeadores célebres (Larry Mosley, José Miguel Cotto, Matthew Hatton, etc.) como para ir apenas probando cómo luciría su nombre junto al de otros grandes boxeadores de su tiempo pero sin asumir el riesgo de enfrentarlos en el ring todavía.
Pero esos tiempos han quedado atrás, y Álvarez va subiendo paulatinamente su nivel de oponentes en la actualidad. Sus últimos siete combates han demostrado ese ascenso de nivel de rivales, y ese ascenso tendrá un nuevo pico por escalar cuando choque con un probado ex campeón como Cintrón, quien viene de una racha ligeramente negativa pero que puede llegar a despertar con todo su poderío en esta cita que podría ponerlo nuevamente en camino a renovar su carrera.
Y es que la situación actual de Cintrón, que tiene una débil marca de 4-3-1 en sus últimos ocho combates desde su derrota ante Antonio Margarito en 2008, es más comprometida aún de lo que sugiere ese número. Su empate ante Sergio Martínez fue unánimemente considerado un robo luego de que el argentino derribara y efectivamente noqueara al boricua sin recibir el crédito adecuado, y su inexcusable derrota ante el obrero del ring Carlos Molina en su anteúltimo compromiso desnudó falencias que no se creían posibles en un púgil usualmente tan sólido y constante. Y eso para no hablar de su virtual abandono ante Paul Williams, en un combate en el que realmente quedó en evidencia la razón del ligero decaimiento actual de Cintrón: su falta de voluntad para tomar riesgos. Luego de una confusa situación que involucró golpes y tropezones, y que lo envió hacia afuera del ring por entre las sogas para terminar golpeando duramente el piso, Cintrón adujo dolores que le impedían continuar con el combate, y luego de sumadas las tarjetas se lo declaró vencido por puntos. Un resultado realmente pobre para un púgil que venía de una laboriosa victoria ante un púgil ascendente e invicto como Alfredo Angulo y que estaba obligado a dar lo mejor de sí para mantenerse en el nivel más alto de la división.

Pero no hay mal que por bien no venga, y esas muestras de vulnerabilidad terminaron por redituarle este combate ante Álvarez, no sin antes lograr un triunfo reparador ante Antwone Smith en su más reciente compromiso. Luego de recibir críticas por enfrentar a un peleador notoriamente menor en tamaño (Alfonso Gómez) en su compromiso anterior, Álvarez tendrá frente a sí esta vez a un púgil que lo aventaja en cinco centímetros de estatura y también en alcance, con lo cual Álvarez podría estar enviando señales de estar dispuesto a enfrentar a púgiles de mayor porte en el futuro. Esa lista debería incluir, en orden de accesibilidad y rentabilidad, a peleadores como Paul Williams, Julio César Chávez Jr. y Sergio Martínez, en lo que sería una lista ideal de mega-combates en el peso mediano. Dudamos que esas peleas se den en el corto plazo y mucho menos en seguidilla, pero no hay duda que ahí radica el objetivo de Álvarez para el futuro, y muy especialmente en los últimos dos peleadores mencionados. Particularmente, el esperado combate contra Chávez Jr. podría pasar al frente de la lista si es que el hijo del legendario múltiple campeón sinaloense acumula un par de victorias que ayuden a levantar aún más interrogantes sobre lo interesante o no que pueda llegar a ser el pleito entre ambos.
Y más allá de las comparaciones entre sus actuaciones y las de Chávez Jr., hay otra comparación que estará en juego este sábado, y es la comparación entre la actuación de Cintrón ante Álvarez y Martínez. Un nocaut temprano o una victoria dominante de Canelo sobre el boricua podrían disparar todo tipo de conjeturas sobre el modo en que el mexicano y el argentino podrían lucir en un combate entre ellos. A pesar de que esta no es usualmente la mejor manera de evaluar un potencial choque futuro, las maquinarias publicitarias de ambos peleadores se echarían a andar para desafiarse a realizar ese combate en el futuro, y la buena relación entre los promotores de ambos (DiBella para el argentino, Golden Boy para el mexicano) podría acercar posiciones, ante la manifiesta hostilidad entre el promotor de Chávez Jr. (Bob Arum, de Top Rank) y Oscar de la Hoya, dueño del paquete accionario del actual campeón mediano Jr. del CMB.
Con todo esto en mente, podemos decir que es ahí donde radica la importancia de este combate entre Álvarez y Cintrón, y que no es otra cosa que la suspensión de toda evaluación futura para concentrarse en un combate que puede aportar sorpresas en su desarrollo e incluso en su resultado. Porque finalmente, y a pesar de que la manía de fanáticos y prensa por hacer futurología, Canelo hará una pelea en la cual el interrogante principal no será lo que sucederá en su futuro a mediano o largo plazo, sino lo que sucederá cuando suba al ring en un compromiso que puede darle un vuelco a su carrera y potencialmente ponerlo en una mejor posición de negociación para pleitos venideros.

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