miércoles, 21 de diciembre de 2011

ALGO HUELE MAL CERCA DEL RING


HORACIO PAGANI CLARÍN.COM

El tema no tiene que ver con el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), la Organización Mundial de Boxeo (OMB) o la Federación Internacional de Boxeo. O sí, con los cuatro organismos rectores. Algo huele mal en los alrededores de las grandes peleas. No es una novedad pensar -sobran los antecedentes- en la parcialidad de los jurados cuando coinciden con un boxeador que combate en su ámbito de residencia. Pero cada vez es más visible la injusticia deportiva que se ventila, sin rubores, y sin la sanción de los tribunales correspondientes. Los organismos vienen deteriorando sus credibilidades desde el manipuleo o “permisos especiales” para peleas titulares y para el manejo de los escalafones. El invento de hacer convivir a “campeones interinos” con regulares y aún con supercampeones no sólo provoca confusiones sino que alimenta, con razones, a las sospechas.
Sergio Maravilla Martínez era un digno campeón de los medianos del CMB. Pero una maniobra de su eterno presidente, José Sulaiman, produjo su desvinculación de la corona. Detrás de un burdo disimulo (lo designaron campeón emérito ¿con cinturón de diamantes?) se posibilitó que el título quedara para Julio César Chávez, hijo del legandario campeón homónimo. Ahora se resolvió exigirle a Chávez que combata con Martínez en 2012. El objetivo de proyectar al mexicano ya estaba cumplido.
Manny Pacquiao es la figura de la actualidad. Pero detrás suyo se mueve el veterano promotor Bob Arum. Había perdido el filipino su pelea con el mexicano Juan Manuel Marquez. Y con ello, el título welter de la OMB. Pero no fue así. Los jurados le dieron la victoria y le permitieron seguir con su ruta millonaria y los grandes proyectos comerciales de sus conductores.
El inglés Amir Khan fue a realizar su sexta defensa de la corona de los superligeros de la AMB -en su condición de supercampeón- a la propia casa -Washington DC- del estadounidense Lamont Peterson. Claro, la bolsa era más que interesante. Pero no contó con la actuación de un árbitro, Joseph Cooper, que le descontó dos puntos “por empujar” a su rival que lo atacaba con la cabeza en punta. Además, debió quejarse por el confuso final en el que se cambiaron las tarjetas antes de dar el fallo dividido. Ese fue el precio que pagó por pelear en el ambiente de su rival.
El Chino Marcos Maidana expondrá su título regular de los superligeros de la AMB (o interino, todavía sin aclarar) o buscará una elimintoria de la categoría superior frente al estadoundinse Devon Alexander. La bolsa es muy buena (cercana a los 900 mil dólares) pero deberá combatir en Saint Louis, donde vive Alexander. No son claros los antecedentes del local. En junio venció a Lucas Matthysse en un fallo escandaloso. Sebastián Contursi, conductor de la carrera de Maidana, dice que pedirá garantías y jueces neutrales. Porque la tentación de la buena paga puede ser una trampa en la que se derrumban los méritos deportivos.

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