lunes, 20 de febrero de 2012

CAMPILLO CONVENCE A TODOS MENOS A DOS JUECES PREVARICADORES


JOSÉ MANUEL MORENO. "BOXEO VELEÑO".

Jimmy Lennon Jr. lleva más de treinta años como locutor o speaker de ring, es una institución en campeonatos del mundo con los mejor boxeadores, y dejó una frase lapidaria tras el combate del mejor peso semipesado del mundo, es decir, Gabriel Campillo y el campeón mundial IBF Tavoris Cloud: “Es una de las decisiones más difíciles que he tenido jamás que anunciar”. Y eso que el recto de derecha al minuto y medio de primer asalto del norteamericano sobre el madrileño no anunciaba nada bueno. Y menos aún cuando veinte segundo más tarde, Campillo ponía pie a tierra. Dos caídas y negros presagios ante un pegador consumado. Pero aguantó el “Chico Guapo” en ese primer infernal asalto, y se puso a boxear. Mediado el segundo round, demostró que por un jab del boxeador local, única faceta en la que superaba el “Trueno” a nuestro compatriota, propinaba cinco o seis golpes el artista madrileño del ring. Campillo mostraba una gran movilidad y un dominio de la situación apabullantes. En algunos asaltos, como el cuarto, la bravura de Cloud sale a relucir y a mitad de round, reaccionaba para darle emoción a la pelea, que por cierto era lo más cercana a muy buena que se pueda ver en esta división en la actualidad. Campillo tenía razón: es mucho más rápido que su rival, en ese aspecto el “Trueno” era nuestro compatriota. Curiosamente, en el sexto asalto, el árbitro Mark Nelson paró la pelea por vez primera para que médico de ring revisara la ceja izquierda de Cloud, que sufría un corte bastante aparatoso, y esto sirvió de revulsivo para el invicto campeón que gracias a su jab y a una menor movilidad de Campillo, se adjudicó el único asalto desde las dos caídas del primero. Pero en el séptimo sale mandón Campillo y le quita pronto las esperanzas de remontada al americano. Eran combinaciones ultrarrápidas contra jabs. No había color. En este round, si Campillo tuviera estamina hubiera acabado con su rival. Pero no se puede tener todo en la vida, aunque la pegada en el boxeo sea la vida y la victoria por antonomasia. Gran asalto gracias a que Cloud reaccionó en los últimos instantes. El octavo episodio arranca con una derecha prodigiosa del español. Poco después somete al campeón contra las cuerdas. Cloud sufre lo indecible, los ganchos y uppers de Campillo se multiplican, pero el estadounidense aguanta milagrosamente, no todo es que le falte punch al nuestro. Después del octavo asalto, la ceja de Cloud mana sangre sin cesar. En el antepenúltimo acto, se ve sobre el ring un Campillo activo, atractivo y a gusto y a un Cloud absolutamente perdido. Por si había dudas, en el 11º round la pelea de Campillo ya adquiere tintes de recital, mientras el árbitro vuelve a solicitar los servicios del médico, al que Cloud suplica que le deje terminar la pelea. Cloud arremete con furia, arriesgando todo lo que tiene, sabedor de que “debe” de ir por debajo en las cartulinas. El último asalto nos presenta un Campillo alzando los brazos, quizás antes de tiempo y un Cloud atacando con más corazón que fuerzas. Se sabía inferior y lo fue, menos para dos jueces impresentables. Para nosotros, 115-111 para Campillo. Inapelable. Un juez honrado da la victoria al español, otro al de casa. Especial mención para ese juez prevaricador, ahora que está de moda el término, David Robertson, quien mientras ojeaba internet, se entretuvo en darle un vergonzoso 116-110 para el “suyo”. Cuando Jimmy Lennon Jr. anunció el veredicto, casi con sonrojo, se desvanecieron las ilusiones del español, expoliado una vez más, y la señora madre del “Trueno” que cayó en redondo tras tanto sufrimiento y por la emoción de ver ganador a su hijo.

Pasión de madre, ya saben. Campillo fue taxativo ante los micrófonos de Showtime: “Noté la mano derecha de Cloud del primer asalto, pero a partir de ahí, hicimos un trabajo excepcional, me sentí superior”. A lo que añadió con una educación extraordinaria de hombre imperturbable que “el que juega en casa, parte con ventaja, no sé explicarlo”. Para terminar, fue contundente: “Quiero la revancha inmediata”. Mientras, el público, que había abucheado el veredicto jaleaba al forastero en Texas, con gritos de ¡Campillo, Campillo”. Para Dan Rafael, de ESPN, la pelea ya es candidata a robo del año, y eso que restan algunos en este 2012, y recalca que es el tercero que sufre el español. Desde Estados Unidos, un “Chico Guapo” ha puesto otra vez a España en el mapa del boxeo. Para terminar, un solo pero, de los cinco grandes combates de su vida, el de Garay, los dos de Shumenov, el de Murat y el de Cloud, Campillo no noqueó a ninguno de sus rivales. Y eso es dejarlo todo en manos de los jueces. Nadie es perfecto.

1 comentario:

Miguel A. García dijo...

aCompletamente de acuerdo contigo, José Manuel. A mí aun me dura el cabreo. No hace falta añadir mucho más. Cualquier persona que no esté ciega y tenga un mínimo de sentido común (porque ni siquiera hay que saber mucho de boxeo) se da cuenta de que Campillo le da una auténtica lección de boxeo a Cloud. Estas son las cosas que "matan" al boxeo. Porque es doloroso que se lo hayan hecho a "nuestro" Campillo (y más teniendo el historial que tiene de robos a sus espaldas) pero cuando uno presencia cosas así, independientemente de a quien se lo hagan, uno no puede sentir sino asco. Espero que la IBF sea ejemplar y sancione severamente a esos dos jueces "prevaricadores".

Y en cuanto a que Campillo le falta pegada... pues sí, es cierto. Si la tuviera no tendría que depender de jueces corruptos que le juegen malas pasadas. Pero, pese a eso, es un boxeador magnífico al que da gusto verle boxear. Si además fuese noqueador ya sería un boxeador... estratosférico. Pero difrutemos y sintámonos de este grandísimo boxeador español que tenemos.

Un saludo.