miércoles, 3 de octubre de 2012

ROBERT GARCÍA ENSEÑA CON BOXEO


Por Carlos Irusta
ESPNdeportes.com

Robert García nació en san Pedro, California, el 29 de enero de 1975. Pero cuando apenas tenía dos años, su familia se mudó a la ciudad de Oxnard, en donde no solamente todavía radica, sino que además posee un gimnasio de boxeo muy reconocido en el deporte: Robert García Boxing Academy.
"Cuando yo era chico, este era un pueblo de puro mexicano, aunque había en menor cantidad, familias americanas y afroamericanas. Cuando me mencionan el tema de la hispanidad y de lo que uno puede darle a la comunidad, siento que es algo que me toca muy de cerca", afirma este hombre que dirige entre otros, a boxeadores como Nonito Donaire, Brandon Ríos, Antonio Margarito y Marcos Maidana.
"Yo crecí en el barrio de La Colonia. Mis padres trabajaban mucho en la recolección y la pica de la fresa, que fue durante años, la base de la economía de Oxnard" recuerda. "En aquellos tiempos, mi padre, Eduardo, que además tenía un gimnasio de boxeo, se levantaba a las 6 de la mañana y no dejaba de trabajar hasta las cinco de la tarde. Mi madre, Virginia, también tenía que trabajar mucho. Nosotros, que éramos niños, estábamos al cuidado de nuestras hermanas: yo tengo 4 hermanas y 2 hermanos, Daniel, el mayor, y Mickey, el menor, que está por pelear por el campeonato mundial con Orlando Salido, y a quien yo dirijo".
Pero el tema es la comunidad hispana, sus problemas de ayer y de hoy y el aporte que puede dar el boxeo. Y García se siente muy seguro de lo que dice, por su experiencia.
"Yo también pude haber tenido una infancia complicada, porque el barrio era complicado, pero también es cierto que nuestra niñez fue otra", cuenta. "Hoy, con unos cuantos amigos que tengo y que envían sus niños a mi gimnasio, pensamos, 'qué distinto era todo antes, cuando jugábamos en la calle al trompo, o a las canicas o con resorteras y nuestro mayor paseo era la bicicleta'. Pero también hubo otros que terminaron muertos, o en la cárcel, los que se metían en las luchas de pandillas. Claro, era otra época, la droga existía pero no tanto como ahora. Hoy esto ha cambiado mucho. Y el boxeo puede ayudar, sin duda alguna, sacando a los chicos de la calle. Las tentaciones hoy son muy grandes, sobre todo porque para muchos, los héroes son aquellos que son cantados en los corridos: gente que anda armada, en la droga, bebiendo alcohol y conduciendo carros fabulosos, es toda una tentación a la mala vida... Hoy un niño de doce años no juega a las canicas, prueba el alcohol, los cigarros y quiere salir con chicas... No todos por supuesto, que se me entienda bien, pero los hay que tienen los modelos cambiados y prefieren el camino fácil que el del trabajo en silencio."
Según García, que fue campeón ligero Jr. de la Federación Internacional de Boxeo entre 1998 y 1999, y que se retiró con una marca de 34-3-0, 25 KOs, el boxeo da la oportunidad de una vida mejor.
"Mi gimnasio está abierto desde las cuatro de la tarde hasta las ocho y media de la noche para los niños, y estoy hablando de niños y niñas que tienen en algunos casos nueve, diez años de promedio. Y acuden 150 a mi gimnasio, algunos vienen en sus bicicletas, están en un ambiente familiar que los aleja de las tentaciones de hoy día".
El gimnasio de García está ubicado al sur del barrio de La Colonia, en la Colonia El Sur. "Es una especie de terreno neutral porque, lamentablemente, cada día hay más pandillas de barrio y más enfrentamientos. Por eso, traté de ponerlo entre un barrio y el otro, para que los que vengan a mi gimnasio sepan que ese tema de las pandillas, aquí no existe, aquí la comunidad es solamente el boxeo".
FAMILIA DE BOXEO
García admite que está muy ansioso, porque la pelea de su hermano Miguel Angel (29-0, 25 KO) frente a Orlando Salido (39-11-2, 27 KO), campeón mundial pluma de la Organización Mundial de Boxeo, es muy importante para la familia.
"Salido es el mejor pluma del mundo, y para nosotros, que la pelea sea en Las Vegas (está programada para el 10 de noviembre en el Wynn Resort) permitirá que toda mi familia vaya a verla. Cuando yo me consagré campeón fue en Miami, Florida y estaba lejos de mi casa (fue el 13 de marzo de 1998, cuando le ganó por puntos en 12 asaltos a Harold Warren, y reclamó la corona que estaba vacante). Esta vez tendremos todo el apoyo de la familia".
La familia no es un tema más en la vida de Robert.
"Nosotros sufrimos la desgracia de que mi hermano, Daniel, tuviera grandes problemas de adicción al alcohol y a las drogas. Desaparecía por ahí y con mi padre teníamos que ir a buscarlo a las cantinas, a veces pasaba más de una noche sin aparecer. Las malas amistades lo llevaron a eso y toda la familia sufrió por él. Esto habrá pasado hace unos quince años, pero todavía lo recordamos, porque sufrió la maldita influencia de los malos amigos", dice. "Hoy está mejor y entrena a algunos peleadores, pero vivimos momentos muy complicados y, de hecho, nos vemos muy poco. El estuvo entrenando a Víctor Ortiz, a quien yo le enseñé los primeros pasos. Pero, ya ven, los que mal andan a veces mal acaban. Y Ortiz prefirió salirse de Top Tank, que tantas posibilidades le ofrecía, para irse a Golden Boy, empezó con las parrandas y bueno... Ahí está, y seguramente ahora se quedará solo y tratará de rearmar su futuro, hay que ver si ahora quiere continuar con mi hermano. Por eso que es que uno siente que si tiene un gimnasio al que asisten grandes boxeadores, boxeadores importantes, como un Brandon Ríos, un Antonio Margarito, o un Kelly Pavlik, o un Marcos Maidana, no hay que olvidarse de que también asisten muchos jóvenes que quieren seguir esos buenos ejemplos, y esa es nuestra responsabilidad, no es cuestión solamente de tener campeones mundiales, sino también ayudar a formar buenas personas, buenos deportistas".
Robert está casado con Carla y tiene cuatro hijos, tres varones y una niña. "El mayor, Roberto, se la pasa en el gimnasio; tiene 17 años y cuando termine la escuela, seguramente va a seguir nuestros pasos, o sea que va a practicar boxeo. El segundo, Eduardo (14) está siempre en el gimnasio, pero le gusta el fútbol americano. Igual, que esté en el gimnasio con nosotros, es una forma de que sigamos integrando a la familia. Tengo dos más que son pequeños, Isabella (8) y Alexis (4). Hoy, y antes también ocurría, los padres tienen que trabajar mucho y a veces no están en casa todo el día, y eso puede favorecer a que los niños anden demasiado tiempo en la calle. Claro que a mi y a muchos de mis amigos también nos pasó, y sin embargo, aunque ellos, nuestros padres, tenían mucho trabajo, la familia, los hermanos, nos conteníamos entre nosotros mismos".
El boxeo de hoy no deja de permitirle al menos dos reflexiones. Una, sobre lo que le ocurrió a Julio César Chávez Jr.
"Yo creía que Julio iba a vencer a Sergio Martínez, quien por otra parte, es muy buen amigo nuestro y de nuestra Academia, donde ha participado en muchos eventos. Pero creo que a Julio le ha faltado el hambre que, confieso, yo pensé que tenía. Ha sido criado entre mimos y por esa razón, no hizo lo que tenía que hacer. Yo espero que se recupere, pero para eso, deberá tener un entrenador que lo trate como a uno más, y no como al Hijo de la Leyenda, al que todos le dicen que sí...".
Y pone como ejemplo a Marcos Maidana.
"(Maidana) vino a mi gimnasio en tren de aprender, en silencio y aceptando todas las indicaciones. Demostró muchas mejoras ante Jesús Soto Karass, pero estoy seguro de que tiene muchísimo por aprender; ahora que ya nos conocemos, creo que va a sacar afuera muchas cosas importantes. Pero no se olviden que vino a nuestro gimnasio callado, humilde y dispuesto a mejorar".
García refuerza el concepto cuando afirma: "El boxeo da templanza y carácter; ese creo que es mi mayor aporte a la comunidad, enseñar a niños y niñas a que hay muchos valores que no tienen que ver con el dinero, sino con la lealtad, la familia y la superación individual. No todos nacen para ser campeones, pero sí es cierto que todos podemos ser campeones de la vida, viviéndola sanamente, sin la mala ayuda de la droga o del alcohol. Hay otros valores como la familia, la amistad, el trabajo, el esfuerzo. Yo trato de inculcarlo todos los días en mi Academia. Y cada chico que puedo sacar de la calle es para mi una gran victoria".

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